De la Redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 15 de junio.- El fuerte impacto de la economía que ha causado la pandemia a lo largo de casi tres meses logró la pérdida de miles de empleos en Playa del Carmen y el cierre de cientos de comercios. Entre el sector más afectado se encuentra el de las guarderías, que tienen que seguir rigurosos esquemas de trabajo, además de incrementos y gastos adicionales en certificaciones y compra de insumos, por lo que algunas de ellas no podrán reabrir sus puertas, pues no pudieron enfrentar el daño económico.
Así lo dio a conocer Ilse Espadas, presidente de la Asociación de Centros de Educación Inicial, Guarderías y Estancias Infantiles de Quintana Roo (ACEIGEIQROO), la cual indicó que tres guarderías no abrirán sus puertas pues no pudieron resistir el impacto económico generado por la pandemia. Dos de ellas están ubicadas en la colonia Luis Donaldo Colosio y otra en la colonia Ejido, siendo éstos Kangoo, The Garden y Pequeños Angelitos.
El mayor daño se encuentra en el pago de renta de locales, que en la gran mayoría de los casos no se condonaron ni se minimizaron, lo que afectó que no pudieran recuperarse, pues en su gran mayoría tenían una matrícula en descenso desde el mes de febrero.
Ilse Espadas dijo que actualmente se tiene que pagar certificaciones mensuales, desde el apertura de las actividades de las guarderías y estancias infantiles, que tienen costos aproximados a mil 500 pesos, además de otros gastos como compra de termómetros infrarrojos, actualización del programa interno en materia de protección civil, más protocolo sanitario.
Las estancias infantiles actualmente tienen una reducida matrícula, lo que también implica que no sea redituable brindar este servicio por lo que algunos esperarán el transcurso de algunas semanas adicionales antes de abrir sus puertas.
La presidente de la asociación indicó que el tema de higiene no es nuevo para esas instituciones, aunque se agregaron procedimientos que incrementan algunos gastos de operación: “Entran, se aplica gel antibacterial a los niños y tutor, se toma temperatura a los papás y menores, se llenan bitácoras de entrada y carta de manifestación parental, donde declaran que los menores no han tenidos síntomas de COVID-19. Se desinfectan las pertenencias, calzado en el tapete sanitizante, y aunado a eso, el calzado de calle no entra a las instalaciones, se utiliza calzado exclusivo para el interior de las instalaciones, y con los bebés es exactamente lo mismo, sólo que con ellos pasan al área de filtro porque se verifica pañal. “Estamos certificadas en la EC0435 Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral de las Niñas y los Niños en Centros de Atención Infantil”, añadió.
Actualmente, la desconfianza de los padres de dejar a sus hijos en estas instalaciones es comprendida, pues el semáforo de contagios por COVID-19 aún se encuentra en color naranja, sin embargo, en esas instalaciones se cumplen normas de higiene mayores, incluso, a muchos hogares, indicó Ilse Espadas, por lo que solicitó la confianza en los padres de familia.