De acuerdo con la Secretaría de Salud, las personas de la tercera edad son más vulnerables a contagiarse de SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad por COVID-19. Desafortunadamente, muchos adultos mayores tienen que salir a trabajar porque carecen de alguna pensión u otro tipo de ingreso económico, dijo Gustavo Vázquez de la Garza, de 64 años, que se emplea como ‘boleador’ en el centro.
Vázquez de la Garza señaló además que lleva 18 años en este oficio; y que antes de ser lustrador de calzados, trabajó como petrolero en las plataformas marinas mediante compañías que prestan el servicio a Petróleos Mexicanos (Pemex), el último trabajo que hizo a bordo de las plataformas fue con la compañía Demar, hace 17 años.
Se esfuerza día a día
“Hoy con esta pandemia de COVID-19, estoy laborando por necesidad, porque no soy pensionado por el IMSS, tampoco recibo pensión del gobierno, apenas lo estoy tramitando, y al salir de casa lo hago con todas las precauciones que los tres órdenes de gobierno han recomendado, el uso de cubreboca, lavar las manos de forma constante con agua y jabón, guardar sana distancia, para no llevar el virus a casa e infectar a mi pareja”, mencionó.
Manifestó que de él depende una sola persona, su pareja con quien vive hace cinco años, pues hace diez años falleció su esposa con quien tuvo tres hijos, los cuales ya son adultos y ya están casados. Señaló que está consciente del riesgo que corre al salir a trabajar pero lo tiene que hacer por el compromiso que tiene con su pareja; pues en casa los ingresos económicos no llegan solos.
Expresó que con la contingencia sanitaria de COVID-19, hay mucha crisis que está afectando a todos, y él no es la excepción, pues antes de la pandemia él lograba bolear y pintar hasta 30 pares de calzados al día, llevando un ingreso entre 300 a 400 pesos diarios a su hogar, ahora con la pandemia apenas logra lustrar cuatro o cinco calzados, pero que afortunadamente ha estado recibiendo apoyo de algunas personas que le llevan despensa o un apoyo económico.
Manifestó que si no fuera por el apoyo de algunas personas no sobreviviría en esta contingencia sanitaria, porque 80 ó 100 pesos, no alcanza para la alimentación del día, pues tiene que pagar transporte de ida y vuelta a su hogar, además del alimento que consume cuando está trabajando.
Señaló que a pesar de ser una persona de la tercera edad y que a diario tiene que estar en el Centro de la Ciudad, donde se aprecia la movilidad ciudadana, hasta el momento no ha recibido represiones de autoridades, solo recibe consejos, pues hasta los uniformados le señalan que se cuide para con contagiarse, que use siempre el tapaboca, que se lave la mano de forma frecuente con agua y jabón y que no sale de mano a las personas aunque lleve años de conocerlos.
(Texto y foto: Fernando Kantún)