Por Lino Sarmiento
Ante la falta de un control de las rentas vacacionales a través de plataformas digitales como Airbnb, los usuarios que decidan contratar sus servicios deberán exigir que cumplan con los protocolos de prevención contra el COVID-19, reconoció la secretaria estatal de Turismo, Marisol Vanegas.
Dijo que hasta septiembre del 2019, en Quintana Roo se tenía registro de alrededor 24 mil propiedades o unidades de renta vacacional: en Playa del Carmen 14 mil y en Cancún 10 mil.
Precisó que los sitios que se ofrecen en renta en las plataformas digitales la mayoría tienen capacidad de dos camas o más, lo que representa unos 45 mil cuartos.
En cuanto a la supervisión para enfrentar el COVID-19, señaló que Airbnb les envió sus protocolos para evitar el contagio y aparte los publicó en su plataforma, pero eso no quiere decir que los implemente.
“Hace falta una participación más activa del sector derenta vacacional para tener clara identificación de quienes prestan elservicio, cuántos son y dónde están”, comentó.
“Nos parece que va a ser el público el que decidirá acudir o no a aquellos establecimientos que garanticen el cumplimiento de los protocolos y en su caso exigir que los cumplan”.
Informó que ya se cuenta con la modificación ala Ley del Impuesto al Hospedaje que regula las unidades de renta vacacional y que propone un sistema para registrar de forma digital a todos los anfitriones que prestan este servicio.
“Ya está habilitando desde hace un año y poco a poco se han ido ingresando más anfitriones a ese sistema”, dijo.
En cuanto a la certificación de estas unidades, recordó que el Gobierno del Estado pide como requisito la licencia de funcionamiento estatal para que puedan operar.
“No todas las rentas vacacionales entran en la certificación, sí hay bastantes registros, pero no en la proporción que tiene este servicio, por eso es importante que Airbnb haya publicado su protocolo, aunque es cierto que puede publicarse y no garantiza la implementación”, destacó.