Alfredo Rodríguez Cabrales, vendedor de cocteles en las inmediaciones de conocida estación de autobuses, aseguró que las ventas diarias bajaron hasta el 40 y 50 por ciento, en comparación a los meses antes de la pandemia, principalmente por el tránsito de petroleros que acudían a la central.
“Bajó la venta porque ya está vacío. Antes teníamos trabajo porque bajaban los plataformeros, pero con lo del COVID-19 dejaron de venir”, detalló.
Aquí más o menos nos va bien, no al 100 por ciento, pero todo lo que vendemos lo damos en desechables, protocolos con cubre bocas, agua con cloro y el gel antibacterial, como lo pidió la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Copriscam), agregó el entrevistado.
“Sobre estas medidas de prevención, nosotros cumplimos en que no se amontone la gente, todo para llevar y la sana distancia, porque todavía es grave la contingencia”, añadió.
Sin esperanzas
En cuanto a una recuperación económica, el comerciante dijo: “Lo veo difícil, no hay que engañarse, esto se vendrá a componer hasta el próximo año, en enero o febrero, ahorita no hay que confiarse con esta enfermedad”.
Rodríguez Cabrales abundó que las ventas cayeron hasta en un 50 por ciento, “percibo casi la mitad de lo de antes de la contingencia. El tráfico bajó, los petroleros ya no llegan, antes aquí bajaban cuando venían del puerto o del helipuerto; los de Cotemar ya no vienen. Me comentaba uno de esa empresa que del puerto se los llevan directo a su casa en unos autobuses y ya no vienen a la terminal, para prevenir los contagios”, concluyó el comerciante.
(Texto y fotos: Agustín Ferrer)