De la Redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 3 de junio.- La banda de rumanos que opera en la Riviera Maya causó daños económicos a los turistas, quienes venían a vacacionar, llevándose la gran sorpresa al ser notificados a través de mensajes de texto sobre supuestos retiros hasta por 800 dólares a través de cajeros automáticos, aunque por lo pronto la Policía Local y la Policía Ministerial de Investigaciones (PMI), adscritos a la Fiscalía General del Estado de la zona norte, no reportan personas detenidas recientemente que pudieran estar relacionadas con estos delitos.
En este sentido y de cuerdo de una investigación de OCCRP y sus socios Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y Quinto Elemento Lab, revisaron miles de documentos, entrevistaron a personas en tres continentes, rastrearon redes sociales y ordenaron este rompecabezas sobre la delincuencia transnacional que también opera en la Riviera Maya, quienes han sido detenidos en años anteriores por la Policía Ministerial de Investigaciones, antes la Policía Judicial del Estado.
La red que opera en la Riviera Maya integrada en su mayoría por rumanos, y no sólo lo investiga la policía rumana por liderar un grupo de la delincuencia organizada, por tres cargos, de incitación al chantaje, chantaje y por incitación al asesinato, por lo que las autoridades mexicanas también investigan desde hace años a los presuntos integrantes, quienes han sido detenidos en varias ocasiones pero alcanzando su liberad en la Fiscalía General de la República (FGR).
El 18 de noviembre del 2018 la Policía Municipal detuvo a cuatro personas, entre ellos una mujer, al ser señalados por un ciudadano, quien los señaló como presuntos clonadores de tarjetas, mismos que fueron detenidos y les aseguraron 10 plásticos bancarios siendo puestos a disposición de la Fiscalía General de la República donde no se supo cuál fue su situación jurídica, y un año más tarde el 12 de mayo del 2019, la Policía Ministerial de Investigaciones de la Fiscalía General del Estado detuvieron a dos rumanos y aseguraron dos casas donde había armas de fuego.
Sin embargo, los detenidos, en la ruta de los cenotes en Leona Vicario, fueron dejados en libertad por órdenes del fiscal anticorrupción porque presuntamente el cateo había sido ilegal, incluso el Ministerio Público que giró la orden de cateo fue despedido de la dependencia, mismo proceder de la Fiscalía General de la República, quienes liberan a los presuntos pese a las acusaciones y pruebas que les son entregadas por las dependencias procuradoras de justicia.
Asimismo, en el año 2008 la Policía Ministerial de Investigaciones (PMI), antes la Policía Municipal, detuvo sobre la emblemática Quinta Avenida a dos rumanos robando dinero en un cajero automático, lo que desencadenó una serie de operativos y cateos donde se aseguraron carátulas de cajeros ATM, usados para copiar la información de las tarjetas de los cuentahabientes, señalando que una mujer de origen rumano es la líder de la banda que opera en tres continentes del mundo.