Quintana Roo

Aumentan los índices de pobreza laboral en Quintana Roo

Durante los primeros meses de 2020, el número de personas que no tuvieron lo necesario para adquirir la canasta básica pasó del 26.5% al 28.5%, según el último informe del Coneval.
Foto: Erick Marfil

En los tres primeros meses del 2020 en Quintana Roo en el número de personas que no tuvieron el dinero necesario para adquirir la canasta básica alimentaria aumentó dos puntos porcentuales, según el último reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), pues pasó de 26.5 por ciento a 28.5 por ciento de la población que enfrentó dificultades para cubrir ésta necesidad entre el primer trimestre de 2019 y el mismo período de 2020.

Datos del Coneval, con referencia al porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta básica alimentaria, indican en la variación anual que el ingreso per cápita real disminuyó 5.4 por ciento entre el primer trimestre del 2019 y el mismo lapso del 2020, al pasar de dos mil 479.82 pesos a dos mil 345.92 pesos constantes, pese a que en este período aún no se reflejó las consecuencias en materia de empleo e ingresos económicos.

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En cuanto a la variación trimestral el ingreso laboral per cápita real disminuyó 2.1 por ciento del cuarto trimestre del 2019 al primer trimestre de 2020, al pasar de dos mil 396.15 por ciento a dos mil 345.92 pesos constantes.

El Consejo explica en el informe que el ingreso laboral per cápita real en el primer trimestre de 2020 es mayor que el registrado en el primer trimestre de 2014, pero menor que en el mismo periodo de 2007.

En referencia al porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria en Quintana Roo, aumentó 2 puntos porcentuales al pasar de 26.5 por ciento a 28.5 por ciento, entre el primer trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2020.

El economista Francisco Armand Pimentel, comentó que en la entidad sólo el 5 por ciento de los desempleados han recibido apoyo de la federación, de acuerdo con datos del INEGI, y a diferencia de otros estados donde la pérdida de empleos es más evidente en jóvenes de 15 a 29 años y adultos mayores de 65 años, en Quintana Roo, la tendencia en el desempleo, a raíz de la pandemia se registra en personas de 22 a 39 años, quienes representaban la fuerza laboral en el sector turístico.

La pobreza laboral es una situación en la que el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros; hay hogares en pobreza laboral que logran alimentarse a partir de ingresos no laborales como remesas, transferencias o acceso a programas sociales, según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS).

Mientras que en términos porcentuales, a nivel nacional, la mayor pérdida de empleos se concentra en los grupos de jóvenes y adultos mayores, en Quintana Roo no es así según lo dicho por Armand Pimentel ya que la fuerza laboral ronda entre los 22 y 39 años de edad, tomando en cuenta que la mayor parte de la población tiene una actividad motora en el sector turístico.

“El número de plazas formales en Quintana Roo, pasó de 472 mil 41 en febrero de 2020 a 358 mil 243 puestos en mayo pasado, 113 mil 798 empleos menos en tres meses, lo que significó un recorte en su plantilla laboral de 24.1 por ciento, la tasa más alta en el país”, comentó.

“Mientras siga la pandemia y no exista una vacuna, va a haber restricciones de viajes y por ende la reactivación y recuperación económica de Quintana Roo puede llegar a igualar los números que teníamos en el mes de febrero, hasta en 3 años (2023), esto será más evidente cuándo todos los países empiecen a salir de su recesión económica y la gente tenga dinero para viajar”, dijo.

“El país y el estado de Quintana Roo se encuentran en una disyuntiva, lo que genera una decisión binaria y delicada para las personas, entre, quedarse en casa o salir a trabajar para poder alimentar a su familia. El gobierno federal se ha visto rebasado y el gobierno estatal tiene limitantes presupuestales para ayudar a la población. De todos los trabajadores que perdieron su empleo, solo el 5 por ciento ha recibido un apoyo de la federación”, añadió.

El economista, finalizó diciendo que tenemos que estimular el consumo local para que los trabajadores informales, micro y pymes se vean beneficiadas. “Si la gente tiene dinero para comprar, que lo haga, esto ayuda a estimular a las industrias, pero sobre todo los negocios locales, de esta forma, ayudamos a reactivar la economía”, argumentó.

Por Diego Ramos