Los apicultores mayas necesitan, de manera urgente, apoyos para enfrentar la difícil situación que se tiene ahora en el campo, que es la falta de floración de la vegetación, y consecuentemente, la escasez de comida para las abejas; situación que podría provocar que enjambren, indicó el señor Miguel Puc Kanté, vecino de la comunidad maya de X-Cabil.
Dijo que estaría muy bien que las autoridades del sector agropecuario del estado doten de azúcar a los apicultores, ya que con ello estarían resolviendo el problema que están atravesando en estos momentos.
Comentó, en entrevista, que este año han tenido una muy baja producción, pues hizo ver que, de toda la temporada regular (de 5 meses) solamente lograron sacar miel, unos tres meses.
Manifestó que los últimos dos meses ha estado lloviendo en la zona, pero a pesar de ello no se ha visto nada de floración en el campo, como se esperaba.
Interrogado sobre si tienen algún dato sobre la cantidad de miel que se logró cosechar, Miguel Puc Kanté dijo que no tienen los datos de ello, pero remarcó que fue muy poca.
Dio a conocer que los apicultores de la comunidad están trabajando la miel orgánica que en cuanto a su manejo todavía no hay certificación de ella.
Respecto del precio de la miel orgánica, Puc Kanté dijo que ese tema se ha debatido ampliamente, sobre todo en los foros que ha organizado el Instituto de los Pueblos Indígenas (INPI).
Expuso que la miel denominada orgánica debe ser certificada por el gobierno, porque los apicultores no tienen dinero para hacerlo, pero si se lograra hacer, podrían llegar a tener una producción amplia y con ella se podría fortalecer y consolidar la actividad, para no depender del gobierno todo el tiempo.
Según Miguel, el pobre del campo (tanto el agricultor como el apicultor) lo que necesita para sobresalir es una oportunidad en lo que hace, como su capacitación y un mercado seguro para sus productos. Con eso iría avanzando, reconoció.
La miel orgánica se vendió durante la temporada de cosecha (que fue de febrero a junio) a 17 pesosel kilo; pero casi al final de dicha temporada ya se logró comercializar a 25 pesos el kilo.
Por Lusio Kauil