Desde los cinco años Marisol Kú Cetz acompañaba a sus padres a vender pibinal o “elote enterrado”. Hoy han pasado 2 décadas y continúa comercializando la “dulzura enterrada” en su propio puesto.
Marisol Kú Cetz y su familia, de origen maya, siempre han conservado parte de sus costumbres y una de ellas es el Pibinal: elote cocido bajo la tierra, de la cual han hecho un negocio familiar.
Actualmente residen en la comunidad de La Ceiba, municipio de Othón P. Blanco; sin embargo, los lunes, miércoles, viernes y sábados, viajan a Chetumal para comercializar el Pibinal, el auténtico sabor del elote yucateco, como lo promueve ante sus clientes.
Es un negocio familiar, mi padre cultiva el elote, perfora un pequeño hueco en la tierra, le pone leña y prende el fuego, luego coloca los elotes y después de una hora se saca y se lleva a los lugares de venta.
Maribel Kú Cetz tiene su puesto de ventas en el cruzamiento de las avenidas Benito Juárez con Efraín Aguilar, en donde comercializa a 10 pesos la pieza. Sus tres hermanos tienen otros lugares para expenderlos y también lo pregonan de manera ambulante.
Finalmente, señaló que el Pibinal es un alimento típico de la comida yucateca, por lo que invitó a los ciudadanos a seguirlo consumiendo porque es un producto 100 por ciento natural.
Con información de Luis Enrique Tuz