Decenas de personas de la tercera edad, algunas con discapacidad y provenientes de municipios como Cozumel y Solidaridad, han tenido que pasar la noche a las afueras de la Afore Citibanamex en el centro de Cancún para lograr retirar parte de su ahorro y enfrentar la crisis económica por el COVID-19.
Floriceli Polanco, de 63 años y proveniente de Cozumel, dijo que llegó un día antes para alcanzar una de las 20 fichas que reparten y esperar afuera de la institución bancaria bajo el sol o la lluvia.
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“No es posible que sólo repartan 20 fichas cuando somos cientos de personas las que llegamos para tratar de retirar parte de nuestro ahorro, lo cual es un derecho que la ley garantiza, no es un favor o un apoyo”, subrayó.
Explicó que la sucursal que había en Playa del Carmen fue cerrada y era la única para atender la Riviera Maya y Cozumel, por lo que ahora toda la gente mayor que quiera retirar su dinero tiene que viajar a Cancún.
“Yo vine desde ayer a Cancún y llegue a hacer fila en la madrugada, pero si no me resuelven la situación y si se me hace tarde para llegar al cruce del barco en Playa, entonces tengo que quedarme otro día por acá”, dijo.
En la fila se encontraba una persona en sillas de ruedas y otras que se tenían que ayudar con bastón para sostenerse y caminar por su avanzada edad, sin embargo tenían que esperar al igual que todos.
La mayoría de las personas que esperaban estaban sentadas sobre la banqueta con sus documentos en la mano, aguardando su turno, quienes indicaron que son ya varios meses que enfrentan esta situación los usuarios de dicha Afore.
“Algunas de estas personas tienen que dormir en esta banqueta o en el parque que esta atrás del banco para alcanzar una ficha, ya que algunos desde el 15 de julio iniciaron su trámite y no se lo resuelven”, refirió
Sin embargo, algunas personas comentaron que la problemática empezó desde que comenzó la pandemia, sobre todo debido al sistema de citas que maneja dicha Afore, que es ineficiente, igual que su servicio en línea.
El acceso a las oficinas de la Afore permanece cerrado, sólo un guardia abre de vez en cuando para informar a las personas que llegan a preguntar sobre algún trámite.
Un ejecutivo de la institución financiera salió a informar que si no los atendían era porque no podían tenerlos adentro a todos.
“Entiendo la situación y es complicado, estamos tratando de trabajar lo más rápido posible”, afirmó, para luego meterse a la oficina y cerrar la puerta tras de sí.
La principal queja de los usuarios de esa Afore, más que la tardanza en los trámites, es el trato que reciben las personas de la tercera edad y con discapacidad, las cuales tienen que esperar bajo el sol, la lluvia y hasta dormir en el sitio.
A las 8 de la noche de ayer, Por Esto! confirmó que ya había gente lista para dormir en la banqueta, en las bancas públicas y en el parque aledaño; y se comenzaban a organizar para asignarse las fichas que reparten por la mañana conforme fueron llegando.
Por Lino Sarmiento