La noche de este domingo se registró el incendio de basura en el sitio de transferencia Holbox (basurero), al parecer por una quema clandestina. El siniestro fue atendido desde las 9:00 de la noche por bomberos de la isla y en la madrugada recibieron apoyo de los apagafuego de Kantunilkín.
Alejandro Erosa Betancourt, director de Protección Civil, informó que el incendio fue reportado a las 9:00 de la noche, en el basurero de la isla donde se encuentran toneladas de desperdicios, por lo que se procedió de inmediato a su atención.
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Sin embargo, se reportó que el siniestro no ocurrió dentro del sitio de transferencia, sino que fue de forma externa donde se originaron las llamas y todo apunta a que se trató de una quema clandestina de basura, puesto que al parecer a alguien se le hizo fácil prender los desperdicios y el fuego pudo salirse de control si alcanzaban la basura del interior.
El funcionario externó que con apoyo de una maquinaria y elementos de la alcaldía, así como Protección Civil de Holbox, comenzaron a sofocar las llamas la noche del domingo y el lunes por la madrugada salieron 10 elementos más de Protección Civil de Kantunilkín y una pipa para sumarse a las labores.
Alrededor de las 7:00 de la mañana, los trabajadores lograron extinguir el fuego y también calmaron el humo tóxico antes de que los vientos lo empujaran hacia la población.
Señaló que comenzarán con las investigaciones para saber cómo se originó el siniestro, pero todo apunta a que se trató de una quema de basura, actividad que no se realiza desde hace varios años.
Autoridades de Holbox recordaron que en mayo del 2017 se registró un incendio en ese mismo lugar, el cual duró más de 15 días, hasta que el gobierno municipal y estatal intervinieron para sofocarlo.
La quema de basura, método que era utilizado para limpiar el sitio de transferencia, alcanzó en ese entonces material altamente inflamable y debido a que no se hacía la separación de los desperdicios y todo tipo de material se encontraba revuelto, el humo que se generó fue demasiado toxico para la población y los visitantes.
Por Luis Enrique Cauich