Pese al aumento en el número de contagios de coronavirus, cada vez son más los empresarios, residentes y turistas a los que no les importa exponerse y exponer la salud de los demás. Tulum y Playa del Carmen son los dos municipios que lideran este comportamiento de rebeldía ante la pandemia, al organizar y asistir eventos masivos donde las medidas preventivas son nulas, con aglomeraciones y sin seguir los lineamientos mínimos como el uso de cubrebocas y mantener la Sana Distancia.
En el caso de Tulum, las fiestas clandestinas son divulgadas a través de cuentas en redes sociales con escaso contenido de detalles, pero con al menos dos frases claves y números telefónicos o envío de mensajes privados para solicitar datos de la reunión, como sitio y horario.
Estas se identifican con leyendas como #SecretLocation o #SecretClub, y en la mayoría de los casos, la asistencia es de turistas que sin ninguna medida de precaución para evitar la propagación del COVID-19 conviven hasta la madrugada e incluso el amanecer.
Esto ocurre a pesar de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó que por el momento están suspendidos todos los eventos masivos debido a la emergencia sanitaria; sin embargo, esta demarcación se ha visto envuelta en la polémica por no respetar las indicaciones sanitarias.
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La manera de operar de los organizadores es publicar un mensaje, el cual invita a una noche divertida con ciertos géneros musicales, utilizando frases como “la noche te espera”, “la fiesta empieza” y “es privado”.
A quienes muestran interés, les piden que manden un mensaje de texto dentro de la red social, para recibir un número y enviar un mensaje con el fin de que le envíen la información sobre el evento.
Aunque el gobierno del estado ha calificado de vergonzosos este tipo de eventos clandestinos, porque la entidad está atravesando por una situación complicada, con tendencia de regresar a Semáforo Epidemiológico naranja, tampoco ha implementado una estrategia para terminar con estas fiestas.
Más de tres meses con el problema
A pesar de que este tipo de acciones empezaron a reportarse desde mediados de noviembre de 2020, las autoridades no han logrado erradicarlas.
Del 11 al 15 de noviembre se llevó a cabo el Art with me, un encuentro para los jóvenes interesados en la música y el arte en la playa. Se le asocia con 179 contagios de COVID-19, lo que indica el relajamiento de las medidas sanitarias entre los asistentes.
Cuando los turistas regresaron a Estados Unidos comenzaron a desarrollar los síntomas característicos del coronavirus como fiebre, cansancio y pérdida del olfato y el gusto; sin embargo, se desconoce si el contagio fue por parte del personal o de algún turista que ingresó siendo portador.
A pesar de esto, la empresa Zamna México Tulum iba a realizar otro evento, programado para el 1 de enero de 2021; sin embargo, ante la presión mediática fue suspendida. Ahora enfrenta problemas legales por no regresar el rembolso del dinero.
Fiestas disfrazadas
En Playa del Carmen, municipio de Solidaridad, el sistema de organización de reuniones con más de 10 asistentes es distinta: los responsables de los establecimientos hacen parecer que se trata de cenas o comidas, pues las disposiciones sanitarias y del gobierno permiten el consumo de bebidas alcohólicas si hay consumo de alimentos.
Estas dos demarcaciones, vecina una de la otra, tienen aproximadamente el 14 por ciento del total de contagios en Quintana Roo y el 12 por ciento de los decesos por COVID-19. En Solidaridad van 2 mil 144 casos positivos y 242 decesos, mientras que en Tulum son 345 contagiados y 27 fallecimientos. Hasta ayer la entidad sumaba 17 mil 142 enfermos de SARS-CoV-2 y 2 mil 140 muertes por el virus.
En su momento, las autoridades sanitarias advirtieron la importancia de contar con una estrategia para hacer cumplir las medidas sanitarias y evitar estos eventos, ya que ponen en riesgo tanto la salud de los turistas como de los locales, además de dañar la mala imagen internacional del destino.
CG