Sorteando la lluvia, viento, calor, piquetes de mosquitos y hormigas, familiares de pacientes del Hospital General de Cancún“Jesús Kumate Rodríguez”, pasan las noches en el estacionamiento y áreas verdes en espera de los reportes médicos.
El viacrucis de las familias se agrava con el maltrato de los vigilantes del área de Urgencias, particularmente durante el turno nocturno, quienes llegan, incluso, a correrlos de lugar o les niegan información sobre su paciente.
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“Quisiera saber cómo se llama el vigilante de la noche. Es un chaparrito, moreno”, dijo Emma, quien lleva dos días durmiendo afuera del hospital porque su hija está internada.
Como ella, Lisy Vallejo, quien la semana pasada llevó a Urgencias a su hija Leydi cuando entró en labor de parto. Durante al menos cuatro días pernoctó afuera del hospital, aunque reside en Cancún. “El amor de madre te llama a estar cerca de tus hijos; no me podía ir”.
Lamentó que sólo dos veces al día den un reporte médico a los familiares, a las 10 u 11 de la mañana y a las cinco de la tarde; y en caso de necesitar algo, llaman por teléfono.
Comentó que su hija tuvo una infección tras el parto, por lo que tuvo que permanecer varios días hospitalizada. El bebé se quedó en observación y fue hasta el miércoles pasado que los dieron de alta.
Aunque dijo no tener quejas hacia al personal médico o de enfermería, durante las guardias nocturnas notó que los baños estaban sucios y sin jabón para lavarse las manos. “Nos piden lavado frecuentemente de manos, pero no hay ni jabón”.
Por su parte, Dimas Montalvo mencionó que su yerno, David Jiménez, está hospitalizado por un derrame cerebral y que no tiene seguro médico, por lo que han tenido que pagar cerca de 60 mil pesos en estudios.
Originarios del municipio de Solidaridad, tuvieron que viajar a Cancún porque el Hospital General de Playa del Carmen no tiene especialistas, por lo que además de costear los gastos del nosocomio, tienen gastos extras por alimentación.
“Hace falta dónde refugiarse. Durante el día no hay tanto problema, pero en la noche es difícil cuando llueve. No puedes irte por si te requieren”.
Lamentó que luego de la vacunación a los jóvenes de 18 a 29 años en el Hospital General de Cancún, retiraron las carpas del estacionamiento. “Llevamos aquí dos días y vamos a estar, por lo menos, 15 o más, porque mi yerno está en terapia intensiva”.
A Dimas le tocó sortear la fuerte lluvia que azotó durante el fin de semana en Cancún. “Los policías no te dejan pasar; en Playa, al menos puedes meterte al hospital. Ahí están las colchonetas colgadas secándose, porque nos quedamos a dormir anoche”.
Destacó que más de una docena de personas se queda a pernoctar afuera del hospital.
Por otro lado, Pedro Valerio tiene a su hija hospitalizada tras una cirugía por un quiste en la garganta. “Aquí estoy esperando a sol y agua. Les hace falta una salita de espera. Llevo un par de días aquí. Hoy me traje unas sillas. Falta atención para el familiar del enfermo”.
Agregó que también hace falta más información cuando la dan. “Si no estás atento ya no te vuelven a decir nada”.
La esposa de Manuel Ignacio Cano está internada esperando una cirugía, luego de sufrir una fractura. “Aquí estamos esperando a que nos informen. También tenemos que conseguir tres donadores de sangre. El problema aquí es que no hay medicamentos y debemos comprarlos”, reprochó.
Durante el día se observan casas de campaña, hamacas y manteles que son utilizados para recostarse en el suelo; en otros casos, usan cartones para amortiguar las deformidades del suelo o simplemente se recuestan en el pavimento a dormir, buscando la sombra de un árbol o del mismo hospital.
Al cuestionar al personal de seguridad sobre algún albergue para pasar la noche, respondieron que sí, pero desconocen su ubicación de ahí que no dan información a los familiares de los pacientes para que no tengan que sufrir durante las noches dormidos en el suelo.
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CG