Quintana Roo

Campesinos denuncian ecocidio en la comunidad de Juan Sarabia, Quintana Roo

Los trabajos para extraer piedra caliza en la zona de Juan Sarabia, al Sur de Quintana Roo, afectan vestigios arqueológicos y árboles protegidos por normas mexicanas, declaran campesinos del ejido
En algunas zonas se observa la devastación de árboles y la explotación de material petreo en Juan Sarabia, Q.Roo / Por Esto!

Campesinos de la comunidad de Juan Sarabia en Quintana Roo señalan que se han extendido las explotaciones para extraer material pétreo sin regulación y poniendo en riesgo vestigios arqueológicos de la zona. Imágenes aéreas muestran cómo crecen las zonas de extracción, sin orden en tierras del ejido que pasan frente a la carretera federal Chetumal-Escárcega.

La principal fuente de ingresos del ejido Juan Sarabia es la extracción de material pétreo de su banco, actividad que se está expandiendo sin control.

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Por lo que comuneros piden que se tomen medidas al respecto por parte de las autoridades ambientales y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), porque las zonas donde se trasladan las extracciones tienen vestigios mayas que están en riesgo de ser destruidos.

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De hecho, imágenes aéreas muestran el aumento de las zonas impactadas sin regulación que ponen en riesgo montículos que podrían ser edificaciones con valor histórico, lo cual deben impedir las autoridades responsables.

Y es que, la zona ha mostrado contar con vestigios arqueológicos, como sucedió cuando el presidente del comisariado ejidal provocó una devastación de una zona para crear un acceso al balneario El Chorrito.

Donde la presión de la población logró que acudiera personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y del INAH para que comprobaran el ecocidio y destrucción  de la zona arqueológica.

Sin embargo, desde marzo pasado ninguna de las instituciones  han brindado información, situación que preocupa a los habitantes ante el riesgo que implica esta devastación en los alrededores de la quebradora.

Cabe señalar que, en semanas pasadas, el subdelegado municipal, Luis Onofre Requena, dijo que los habitantes de esta localidad acusaron que ambos organismos, son cómplices de las autoridades del ejido Juan Sarabia, porque a cinco meses de la devastación que causaron cuando pretendían abrir un camino hasta el balneario El Chorrito.

Hasta el momento han guardado hermetismo sobre las denuncias interpuestas, aun cuando han solicitado información por el portal de Transparencia.

Explicó que con maquinaria pesada y bajo el mando de Marcos Jiménez Potenciano, comisario ejidal, derribaron árboles protegidos por normas ambientales y destruyeron vestigios arqueológicos.

Por esos hechos, los habitantes interpusieron las denuncias respectivas, pero las dependencias se han negado a brindar información y, por el contrario, en el caso del INAH, alegó que se trata de datos confidenciales, que de darse a conocer podrían entorpecer el desarrollo de las investigaciones.

Esa fue la excusa de la dependencia federal para no brindar información a través de su portal de Transparencia, aunque tampoco dio mayores datos que pudieran confirmar que existen tales averiguaciones en contra del ejido, el representante ejidal, Marcos Jiménez Potenciano, o en contra de quienes resulten responsables por la destrucción de vestigios arqueológicos en esa zona.

De acuerdo con los pobladores, la complicidad de ambas instancias está propiciando que en el interior del balneario la destrucción ambiental sea mayor.

Desde hace casi dos meses que el comisario ejidal Marcos Jiménez Potenciano y un grupo de personas armadas con machetes se apropiaron de ese cuerpo de agua, que estaba bajo el cuidado de los pobladores y están modificando el ecosistema a su modo.

Señalaron que ya devastaron más de 200 metros de manglar que se encontraba a orillas de un canal que comunica con el Río Hondo, pues pretenden brindar paseos en kayak por esa vía y cambiaron el rumbo de los riachuelos con piedras, concluyó.

Por otra parte, habitantes de Huay-Pix y Xul-Ha denuncian que las clausuras que establece la Profepa son de simulación, porque los ecocidas del ejido Juan Sarabia no las respetan y continúan destruyendo el mangle a espaldas del excampamento de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en la salida hacia Huay-Pix.

Extensas superficies de mangle a todo lo largo del Estero de Chac están siendo devastadas para construir puentes de madera que libre la zona de humedales que existe en toda la orilla de ese brazo de agua y se puedan comercializar esos terrenos.

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CG