Con más de siete años de experiencia en servicios náuticos, Ramiro capitanea un pontón que ofrece paseos por la Laguna de los Bacalar. Reconoce que el año pasado con la pandemia y la pérdida de colores de la laguna tuvo que volver a antiguos oficios durante tres meses, pero que ahora la laguna está a un 80 por ciento de recuperación en sus tonalidades y la llegada de turismo es cada vez mayor, lo que le permite alcanzar los ingresos que tenía antes de la pandemia.
Explicó que ante el cambio de colores de la laguna, después de la Tormenta Tropical Cristobal, el año pasado, muchos hombres que se dedicaban a los servicios náuticos se vieron forzados a dejar la actividad, pues se desplomó.
“Muchos dejaron por un tiempo y se dedicaron a otros oficios como albañilería, carpintería, algunos trabajaron como meseros en los restaurantes porque no había turismo”.
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En su caso anduvo realizando trabajos de albañilería y carpintería, a la espera de que se reactivara el turismo y cuando empezaron a llegar los visitantes la operatividad se había complicado por las nuevas medidas sanitarias, debido a que dependían del Semáforo de Riesgo Epidemiológico y las embarcaciones debían llevar pocos tripulantes, lo que con ello se elevaba el costo al turista.
Ramiro dijo que confiaba en que se restablecerían los colores, pues la laguna tiene esa capacidad para limpiarse y aunque muchos señalaron que no habría manera que se recuperara, hoy en día el destino está en franco repunte turístico.
Comparte que con la llegada de turismo, tanto nacional como internacional, ya que los europeos buscan este tipo de destinos naturales, muchos empresarios están recuperándose de sus deudas y en su caso como prestador de servicios, el nivel de ingresos ya es comparable y a veces mejor que lo que tenía antes de la pandemia.
Cabe mencionar que los paseos por la Laguna de los Siete Colores son de las principales actividades que realizan los visitantes, pues les permite conocer los cenotes, la Isla de los Pájaros, Canal de los Piratas y el hotel abandonado, como parte de los atractivos.
Los recorridos, que tienen una duración de aproximadamente de dos horas y media, tienen un precio promedio de 300 pesos por persona, donde se contemplan puntos para que los visitantes desciendan a las cristalinas aguas para nadar.
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CG