Residentes y comerciantes de los alrededores a la antigua tienda y farmacia del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Superissste), ubicada en la Región 93 de Cancún, reprocharon que el inmueble sirva como un basurero y guarida de delincuentes, puesto que durante las noches es propicio para asaltos.
El lugar está ubicado en la esquina de la avenida Miguel Hidalgo (Ruta 5), esquina con la avenida Kabah, donde se puede observar que el inmueble está en el abandono.
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Las cortinas de la tienda fueron vandalizadas, cortaron las protecciones metálicas y dejaron enormes huecos para que los vagabundos y delincuentes entren a refugiarse.
Tras un recorrido por el lugar, se observó exceso de basura, desde hojarasca, pañales, condones usados, latas y botellas de cerveza, ropa de hombre y mujer, desechos de comida, heces humanas y de animales, y roedores.
Los vecinos comentan que desde el cierre de la tienda del ISSSTE en Cancún no se le ha dado mantenimiento, por lo que el inmueble ya no cuenta con cableado eléctrico, lámparas y anaqueles.
Rubí, una joven comerciantes de tacos de guisado, señaló que el edificio del ISSSTE es una “cuna de lobos”, ya que personas en situación de calle y algunos ladrones de poca monta o carteristas, se meten a dormir o se esconden en el lugar, el cual -dijo- tiene aproximadamente cinco años en deplorables condiciones.
“También dicen que lo cerraron porque asaltaron mucho la tienda, aquí el Ayuntamiento de Cancún no se mete para nada a limpiar, nosotros limpiamos la jardinera donde vendemos comida, lavamos, barremos y así, igual la del puesto allá”, indicó.
La entrevistada explicó que anteriormente había un joven que vendía tacos de canasta y junto con él pagaban 50 pesos a los hombres en situación de calle para que limpiaran, que además de motivarlos económicamente para sus necesidades, también les ofrecían comida, aunque los vagabundos ocupaban el dinero para satisfacer sus vicios.
“Les pagábamos para que limpiaran, porque estaba muy lleno de basura, eran dos los que limpiaban, en la noche llegaban a dormir, pero ve ahorita, está peor que antes”.
Afirmó que sólo trabaja durante el día, ya que durante la noche la zona suele ser riesgosa, puesto que carece de alumbrado público.
Por su parte, Nereida, una vendedora de periódicos y revistas, aseguró que la zona se torna peligrosa, principalmente durante la noche, ya que algunos vagabundos, quienes llegan a dormir están ebrios o drogados y suelen molestar a las personas.
“Ya se volvió un nido de maleantes, un baño público y la verdad a veces se lidia con los malos olores, porque la gente que viene a vender no levanta la basura y si lo hace la echa ahí, en el edificio, es un basurero completamente”.
Advirtió que durante la noche en el camino que va de la avenida Kabah a la Clínica del ISSSTE en Cancún, se han registrado asaltos a los peatones, donde han desnudado a sus víctimas.
“Ahí asaltan, ha habido mujeres que las han dejado sin ropa durante la noche, es peligroso, nosotros ya no podemos estar después de las 9:00 de la noche, porque vienen y te asaltan”.
Explicó que después de esa hora, la mayoría de los comercios cierran, principalmente aquellos que ofrecen desayunos y comidas, los de licuados, carnicerías y florerías.
Sin embargo, aseguró que otros comercios dedicados a la venta de comida, principalmente hamburguesas, papas fritas o tacos al pastor, son los que permanecen abiertos, pese al riesgo de ser asaltados, “pero tienen la necesidad de trabajar, por eso lo hacen”.
En julio de 2014, la tienda Súper ISSSTE de Cancún, la más grande del estado, cerró sus puertas al público en general, misma que a decir de algunos vecinos, sólo contaba con los productos básicos y los afiliados tenían descuentos especiales.
El 1 de septiembre de 2015, durante el Gobierno del priísta Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) formalizó no seguir financiando su rescate, por lo que el consejo directivo del Súper ISSSTE oficializó el cierre de las tiendas y farmacias del ISSSTE en el país, debido a que se reportaron pérdidas superiores a los 2 mil 700 millones de pesos.
En Quintana Roo se registraron los cierres de estas tiendas-farmacias en Chetumal, Felipe Carrillo Puerto y Cancún; esta última con pérdidas superiores al millón de pesos anuales.
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CG