Un turista alemán que resultó positivo a COVID-19 puso en evidencia la falta de protocolos eficientes en elAeropuerto Internacional de Cancún (AIC) donde fue aislado entre las puertas de cristal de acceso a la Terminal 3 mientras resolvían su caso.
El turista, de aproximadamente 50 años de edad, permaneció “aislado” durante más de dos horas a la vista de todos, rogando por un vaso de agua y con evidente ansiedad y miedo, luego de que viajaba solo y ya no tenía dinero para su estancia en el estado.
El caso puso en aprietos al personal de Sanidad Internacional adscrito a la terminal aérea, pues carecían de trajes especiales para acercarse a la persona, además de que no había alguien que hablara alemán.
De acuerdo con la información recabada, el viajero había llegado a Cancún en autobús procedente de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, luego de permanecer seis semanas en el país.
Había adquirido un vuelo de la línea British Airways, con salida para el día siguiente hacia Londres, sin embargo, arribó al aeropuerto y se realizó una prueba rápida de antígenos en el Centro de Diagnóstico COVID dentro de la Terminal 3.
Tras esperar unos minutos le informaron que su prueba había resultado positiva, pero como viajaba solo y no hablaba inglés ni español, el personal de seguridad y de Sanidad Internacional determinaron aislarlo en lo que contactaban a la aerolínea y autoridades consulares.
De esta forma, acondicionaron un espacio en el acceso aledaño al Centro de Diagnóstico COVID, entre los cristales de las puertas, pero a la vista de todos.
En pocos minutos el viajero se sintió observado y fue evidente su nerviosismo, puesto que todos lo miraban, pero nadie se le acercaba a pesar de que pedía agua para beber, lo que poco después le proporcionaron.
Pasaban los minutos y la ansiedad iba en aumento, fue entonces que pidió ser trasladado en ambulancia a un hospital para recibir atención, ya que comenzó a expresar diferentes dolores en el cuerpo.
Después de casi una hora fue revisado por un médico de la terminal aérea que determinó que su saturación de oxígeno era de 97, es decir, normal, por lo que se trataba de alguien asintomático.
“No lo puede llevar una ambulancia ni ingresarlo al Hospital General porque no presenta síntomas. Las dolencias que manifiesta son somáticas, es decir, generadas por su temor y ansiedad”, señaló la doctora Cristina Aguilar de Sanidad Internacional.
Explicó que, “Lo que vamos a hacer es tomarle una prueba PCR que es más certera y si sale negativo se va a poder ir, en caso contrario, vamos a contactar a la aerolínea y al consulado para coordinar el apoyo”, dijo.
Mientras el personal de salud y de seguridad realizaba estos trámites, en su aislamiento el viajero enfrentaba ataques de ansiedad, se sentaba, caminaba e incluso llegó a tirarse al piso.
En el transcurso de estos hechos se generó otro caso positivo en el mismo Centro de Diagnóstico. En esta ocasión se trató de una mujer estadounidense que viajaba con su pareja y tenían un vuelo hacia su país por la línea United.
También se trató de un caso asintomático, aunque con la prueba de PCR, pero como viajaba acompañada y su pareja hablaba español, fueron canalizados con la aerolínea para seguir el protocolo de hospedaje, tratamiento y cuarentena en el destino.
SY