Propietarios de gimnasios en Chetumal tuvieron una importante reunión con las autoridades municipales para solicitar que se les permita continuar laborando con la afluencia mínima en sus instalaciones. Esto se debe a que el color naranja en el semáforo epidemiológico prohíbe la realización de actividades físicas en espacios cerrados, como se encuentran más del 90% por ciento de los establecimientos de este giro, por lo que intentan evitar el cierre definitivo de establecimientos y la pérdida de empleos. La solicitud que ha enviado la Asociación de Propietarios de Gimnasios pide el ingreso para, por lo menos, un 30% de la capacidad de cada uno de los establecimientos, mismo que será indicación del gobernador Carlos Joaquín González autorizar esta solicitud, bajo la coordinación y verificación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). En rueda de prensa, el presidente de la asociación de propietarios de gimnasios, Víctor Zalaya Sumohano explicó que hicieron entrega, nuevamente a la Cofepris de la justificación de la solicitud, así como el número de familias que dependen de esta actividad. Aunque será consultada con el titular del Ejecutivo. Los empresarios entregaron un pliego petitorio al Gobierno del Estado, con la propuesta que les permitan operar con un aforo siquiera del 30%, ya que los primeros tres meses del año representa, para los gimnasios y centros deportivos, la temporada alta después de tener un repunte después de seis meses de cierre.
Zalaya Sumohano descartó la posibilidad de utilizar espacios públicos como jardines, estacionamientos o parques para brindar el servicio como lo hacen en estos momentos cinco gimnasios de la ciudad, ya que implica un aumento en los gastos.
“Estamos de acuerdo con el semáforo sanitario porque hay mucha gente que no cumple los protocolos sanitarios, pero lo único que pedimos es que nos dejen trabajar por lo menos a un 30 por ciento de la capacidad de cada establecimiento y sectorizando los horarios”, indicó.
La situación es preocupante porque se pone en riesgo las fuentes de ingreso de unas 300 familias que dependen de los gimnasios además que se rompe la cadena productiva de los sectores que también dependen de esta actividad.
El presidente de la asociación de gimnasios reconoció que no fueron considerados en el acuerdo de reactivación económica responsable que firmó el gobernador con diferentes sectores económicos el año.
CG