En Cancún incrementaron siete por ciento los partos en menores de edad, a pesar que el número de nacimientos se redujo por la emergencia sanitaria de COVID-19, es decir, en 2019 se registraron seis mil 400 alumbramientos en general, de ellos mil 525 fueron mamás menores de edad, esto equivale al 23 por ciento, en tanto que en 2020 se reportaron cuatro mil 744 partos, de los cuales mil 450 fueron de adolescentes menores de 18 años, lo que significa que 30.5 por ciento fueron de madres antes de la mayoría de edad, dio a conocer María Treviño, coordinadora del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General de Cancún Jesús Kumate Rodríguez.
La especialista, explicó que muchas de estas adolescentes, son abusadas de alguna manera, sin embargo, no son consientes de esto y no se asumen como violentadas, ya que los papás de los infantes son personas mucho mayores que ellas, sobre todo en las menores de 15 años, que en 2020 se dieron 40 casos de madres en ese rango de edad.
La reducción de los partos en el hospital, puede deberse a diversas variantes, una de ellas es que se perdieron muchos trabajos en Cancún y muchas de las mujeres embarazadas regresaron a su lugar de origen o analizaron otras opciones al momento de parir.
La edad reproductiva que se recomienda para una mujer es de los 24 a los 34 años de edad, ya que en ese periodo hay menos riesgos para la madre durante la gestación, debido a todos los cambios físicos y emocionales que enfrenta una embarazada y en el caso de las menores de edad, el asumir las responsabilidades que implica su nueva situación es complicado, pues es importante llevar una buena alimentación, el autocuidado y llevar un correcto control prenatal.
Otro factor de lo preocupante que es que adolescentes se encuentren en estado de gravidez es que si se llega a presentar una infección, como suele pasar en la mayoría de los embarazos, el tratamiento muchas veces no es el adecuado o ni siquiera se atiende, por lo que tienden a tener partos prematuros, que además de incrementar el peligro en la madre, prolongan la estancia del recién nacido en las unidades médicas de cuidados intensivos neonatales.
Además, un nacimiento prematuro condiciona a una serie de factores, sobre todo en lo que se refiere al desarrollo neurológico, lo que depende de qué tan prematuro sea.
Por su parte, Marta Torres, psicóloga en Cancún, dijo que aparte de los problemas físicos -que son importantes-, la condición social de las madres adolescentes cambia por completo, ya que su nivel de madurez no está preparado para aceptar que su rol cambió, a esto hay que sumar las consecuencias sociales de los embarazos adolescentes, especialmente en el caso de niñas solteras, con elevadas tasas de abandono escolar y, por lo tanto, de desarrollo educacional y de contribución al crecimiento de la economía.
Como es el caso de Ashanti Pérez, que quedó embarazada cuando sólo tenía 17 años, porque falló el método anticonceptivo y a pesar que su pareja y su familia la ayudaron durante el proceso, lamenta no poder seguir estudiando, porque o paga la guardería de su pequeña hija, para que pueda trabajar o paga las colegiaturas de la universidad.
Actualmente tiene 19 años y aunque no se arrepiente de ser mamá, le hubiera gustado esperar un poco más, para concluir sus planes de vida, que si bien siguen siendo los mismos ahora tendrán que esperar.
CI