Todos los estados de la República Mexicana cuentan con al menos un danza tradicional que representa al lugar y no sólo brinda un gran valor cultural, sino que otorga un sentido de pertenencia a las personas que habitan en cada estado. Quintana Roo no es la excepción pues aunque muchas personas creen que no, también existen varias de estas representaciones culturales que además, atraen la atención del turista.
Baile Cabeza de Cochino
Se le considera un espectáculo esencial en las grandes fiestas que se celebran en la capital de Quintana Roo, Chetumal.
La música con la que se lleva a cabo esta danza es una especie de “son”, el cual es un género musical regional que es común es escuchar el centro y sur de México, interpretada con instrumentos de bronce.
Como en la mayoría de los bailes tradicionales de México, el baile se lleva acabo con vestimenta de varios colores. La danza suele ser lenta y bailarse alrededor de un poste mientras los bailarines apresan cintas de varios colores.
El Baile Pasacalle
Esta danza es lenta, de tres tiempos a la marcha popular del compás vivo, el cual, era ejecutado por una clase social alta y durante la mitad del siglo. El baile Pasacalle se asemeja más a algunas danzas europeas y la forma de bailarlo es en grupos de pares de hombres y mujeres, quienes se visten con la ropa típica del baile folklórico de Quintana Roo.
Se caracteriza por llevar una cadencia elegante en la cual predomina un valseado en combinación con una variante en la que se realiza un paso cruzado flexionando remates alternados pero evitando perder la compostura.
El Baile de los Chicleros
Es una representación del cortejo de los trabajadores del campo hacia una mujer del pueblo. Dentro de esta puesta en escena, no falta aquel hombre que se propasa u ofende, por lo que la situación termina en un peligroso duelo a machetazos.
La música que lo acompaña, es un ritmo de son interpretado con instrumentos de bronce rápido. Es una danza totalmente energética, y se ocupa todo el escenario disponible.
Se baila zapateando como la gran mayoría de los bailes folckóricos de la región, se arman parejas de hombres y mujeres y la melodía que lo acompaña es la jarana, la cual tiene mucha similitud con el son, sin embargo, esta suele interpretarse con instrumentos de viento.
El zapateado de esta danza, es ágil y elegante, producto de una mezcla de sonecitos, con la invasión de la gran cánova andaluz, y por supuesto, no puede hacer falta el acento valseado de la jota aragonesa.
Este también es un baile zapateado y es rápido, de hecho se le considera uno de los más rápidos en la región. Esta danza, a comparación de las demás, puede disfrutarse de individualmente, pues no se requiere de una pareja para ejecutarlo, sin embargo, estas presentaciones suelen hacerse en grupos de bailadores en línea.
Este nombre se otorgaba a esta baile de parejas que se llevaba a cabo de forma común durante los años 30s en Quintana Roo, en algunas fiestas que se realizaban en algunos barrios de Chetumal.
Algunas personas dicen que representa el enamoramiento entre la libélula macho y la hembra, pues su ritmo, vigor y rapidez lo hace un tanto complicado y lo convierte en todo un baile de resistencia.
MA