Quintana Roo

Don Armando Cruz ‘El Mudito’, pionero de la barbería y peluquería en Cozumel

‘El Mudito' ha sido parte de la historia en Cozumel, con 62 años en el oficio, llegó a cortarle el cabello a varias generaciones
“El Mudito” fue un destacado deportista y forma parte de la historia de Cozumel por pionero en barbería / Arturo Mezo

Además de ser un indiscutible pionero de la barbería y peluquería en la isla, don Armando Cruz Cárdenas –conocido popularmente como “El Mudito”-  fue un destacado deportista como corredor de competencias pedestres y  hoy no sólo forma parte de la historia de Cozumel, sino de su evolución y transformación; llegó a cortarle el cabello a muchas generaciones.

En su época, fue uno de los peluqueros más jóvenes, recién llegado a la isla con tan solo 13 años de edad, su primer local se ubicó en la Décima entre Juárez y 2 Norte a unos cuantos metros de la iglesia de San Miguel, donde hizo gran mancuerna con el siempre bien recordado “Rach”, ya fallecido.

El famoso“El Mudito” lleva 62 años ininterrumpidos ejerciendo esta loable labor, sin duda alguna todo un récord al servicio de la comunidad y aunque se le ve fuerte como un roble, se encuentra muy cerca de cumplir 76 años de edad. Es originario de Temax, Yucatán y es de los peluqueros que se dan el lujo de presumir haber “pelado” a varios ex presidentes municipales cuando eran unos niños, tal es el caso de Fausto Leonel Villanueva Marrufo (fallecido), el Prof. “Coqui” Jorge Martin Angulo, Germán García Padilla  (fallecido).Inclusive a Pedro Joaquín Coldwell ex Gobernador de Quintana Roo y ex Secretario de Energía y padre del actual alcalde.

Hasta pareciera que “El Mudito” fue el amuleto para que estos personajes de la política alcanzaran sus cargos, pero también le cortó el cabello a personalidades arraigadas de la isla como Don Chito Retranca, los Dzay, los Anduce, los González, Villanueva, etc.

Lo que muy pocos saben y conocen es que don Armando Cruz no es mudo de nacimiento, sino que un juego inoportuno de niño a la edad de 8 años, le provocó una caída, llevándose un golpe muy fuerte que le trajo secuelas y desde entonces fue perdiendo el habla, según lo que nos platican sus propios familiares.

Contrajo matrimonio con doña Sara Puc Rivero con quien ya tuvo la dicha de celebrar sus bodas de Oro, pues ya llevan 54 años juntos. Procrearon seis hijos, dos varones y cuatro mujeres, pero por increíble que parezca ninguno se interesó en aprender el oficio que le ha dado de comer a don Armando, aunque él por su parte, tuvo a bien enseñar a otras personas externas que actualmente se dedican a la misma actividad, lo cual demuestra la humildad de nuestro personaje de hoy.

Durante su juventud, don Armando también fue un destacado atleta, corredor de fondo que logró acumular muchas medallas y trofeos al ganar muchísimas competencias locales y fuera de Cozumel, pero el evento que más llenó su ego fue el Maratón de la Ciudad de Mérida en la década de los noventa y a la fecha se levanta todas las mañanas para ir a correr como parte un estilo de vida que le ha dado grandes beneficios como el mantenerse sano, fuerte y saludable.

Como peluquero también fue invitado en varias ocasiones a las funciones de Lucha Libre que se hacían en la extinta Arena Miguel Canto para rapar  a los gladiadores que perdían las apuestas de cabellera contra cabellera. Durante su peregrinar, también conoció al estadounidense Rex Walker, representante de la Federación Norteamericana de Boxeo y referee Internacional, uno de sus clientes asiduos, pues cada año viene a Cozumel a cortarse el cabello con “El Mudito”. Este Señor también fundó en 1982 las llamadas Villas Cozumel para vacacionar en la isla y además era poseedor de la empresa más grande de monturas para caballo en la Unión Americana.

De hecho, quiso llevarse a su amigo “El Mudo” para que lo operaran en Estados Unidos para tratar de que recuperara el habla, pero algo pasó y no hizo el viaje. Entre otras personas famosas que don Armando conoció allá en Temax se encuentra el mismísimo actor y cantante Pedro Infante Cruz, quien pretendió llevárselo a su rancho para que lo conociera, pero como era muy joven, sus padres se opusieron.

Son incontables las vivencias, anécdotas y recuerdos que don Armando guarda en su memoria, pero su sueño muy añorado es que alguno de sus 16 nietos y seis bisnietos que tiene aprendan el oficio y se dediquen a la misma actividad.

Tuvo la fortuna de sacarse la Lotería Nacional en dos ocasiones lo que le ayudó a construir gran parte de lo que hoy es su hogar y su negocio donde ya tiene 34 años adicionales laborando.

El día de Cozumel entró en cuarentena por el COVID-19, don Armando tuvo que cerrar tres meses, tiempo en el que parecía león enjaulado sin saber qué hacer. De su peluquería, simplemente dice que si volviera a nacer, escogería nuevamente ser peluquero, hoy por hoy, el consentido de muchos cozumeleños.

MR