Representantes de siete cámaras empresariales, comisariados de 11 ejidos y representantes de asociaciones civiles de la zona sur de Quintana Roo se reunieron para manifestar su rechazo total a la propuesta de convertir la Laguna de Bacalar en un Área Natural Protegida (ANP) y solicitaron a los candidatos a presidentes municipales de Othón P. Blanco y Bacalar a que se comprometan a una realizar una agenda de acciones conjuntas en el ordenamiento territorial y ambiental.
Del mismo modo realizaron un enérgico llamado a más autoridades federales y estatales para que se fortalezca el Comité de Operaciones de La Laguna a cargo de la Administración Portuaria Integral (API) y se apliquen instrumentos regulatorios ambientales de protección al cuerpo lagunar en lugar de insistir en apoyar la pretensión de grupos ambientalistas de decretar un ANP en Bacalar.
Eloy Quintal Jiménez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Chetumal indicó que que los grupos ambientalistas están satanizando el desarrollo turístico afectando la inversión y el empleo.
Dijo que los empresarios de la zona sur pugnaran por un modelo de desarrollo turístico diversificado, exclusivo, acorde a la naturaleza, y soportado por estudios de impacto ambiental realizados por profesionales locales.
Agregó que la Laguna de Bacalar está recuperando sus colores que la caracterizan a pesar de las previsiones fatalistas de los promotores de la ANP quienes durante los últimos meses inundaron las redes sociales con mensajes y fotografías alarmistas, lo que trajo un impacto negativo al destino.
Por su parte el vocero del Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar, Roberto Salgado reitero que los sedimentos que llegaron a la laguna en fechas recientes afectando sus colores provienen de escurrimientos que se generaron desde la zona alta del estado de Campeche ante el paso de fenómenos hidrometeorológicos.
Sin embargo reconoció que en el municipio de Bacalar y el de Othón P. Blanco, se tienen que normar las actividades agropecuarias, promover y apoyar la adopción de un modelo más sustentable en el medio rural e impulsar un programa de reforestación que sirva como una línea verde que detenga escurrimientos en tiempos de lluvias intensas como las registradas el año pasado.
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