La aglomeración en la Zona Hotelera de Cancún es ya una constante, pues de nueva cuenta lució saturada de gente local, así como de visitantes nacionales y extranjeros que decidieron salir a divertirse en el corazón turístico.
Cientos de personas se congregaron en el boulevard Kukulcán, en los andadores que dan acceso a las entradas de los principales bares y antros que están en operación; en esta Semana Santa este fue el sitio más asediado por los visitantes.
Los turistas por lo regular se asoman a la zona de antros después de la las 21:00 horas; sin embargo en esta ocasión llovió durante esa hora, lo que retrasó momentáneamente a los visitantes que esperaron a que el cielo se despejara para comenzar a salir. Cerca de las 23:00 horas el lugar nuevamente se vio repleto de gente de diversas nacionalidades que se dieron cita para divertirse.
Las bajas temperaturas y fuertes corrientes de aire que circulaban en la zona, debido al Frente Frío número 47 de la temporada 2020-2021, no fue impedimento para que las madres de familias llevaran a sus hijos a la Zona Hotelera, mujeres con los bebés en brazo y hasta embarazadas y sin cubrebocas circularon por esta concurrida calle.
Muchos de los visitantes llegaron con sudadera o rompevientos para poder soportar la brisa y el aire frío que se sentía, pero ni esto inhibió las actividades, ni siquiera las acuáticas, pues se pudo ver deambulando a algunos transeúntes acaban de salir del mar caminando a altas horas de la noche con la ropa aún mojada.
Burbujas Sanitarias
En la burbuja sanitaria que se encuentra sobre el boulevard Kukulcán, el promedio por hora de turistas que entró fue de 582, es decir, que durante el tiempo que estuvieron instalados tanto el personal de salud como los brigadistas -que son cinco horas (de 20:00 horas a 1:00)- se revisó a dos mil 910 personas, que multiplicado por dos (número de burbujas instaladas) fueron en promedio cinco mil 820 personas las que fueron invitadas a usar el cubrebocas o les dieron acceso a uno nuevo, les ofrecieron gel desinfectante y les tomaron la temperatura.
Estas mismas personas son las que convivieron con las que llegaron desde la zona norte, en donde no hay burbuja o las que salieron de la playa que ya se encontraban en ese lugar desde la tarde. Cada hora que pasó el ambiente y descontrol se hizo presente en la calle, afuera de los bares y antros que ofrecieron música y diversión a los paseantes.
Durante el Sábado de Gloria, el lugar estuvo al resguardo de la Guardia Nacional que se concentró en las burbujas sanitarias, donde si bien la gente fue cooperativa, al pasar los minutos los cubrebocas desaparecieron de las caras y la fiesta los hizo perder el sentido de responsabilidad.
MR