La influencia de nuevas culturales, deriva de la globalización posmoderna, pero sobre todo la migración de los indígenas mayas en búsqueda de un empleo a la zona Norte del Estado, como Playa del Carmen en búsqueda de empleo, ha propiciado que las nuevas generaciones quieran ser “catrinas” y dejen de usar la prenda tradicional, que es el hipil.
En Solidaridad pueden encontrarse a algunas turistas que compran la prenda típica de la región, mientras que algunas madres y abuelas, que habitan en el Caribe Mexicano, son las únicas que se niegan a dejar de usar este vestido tan cómodo y tradicional.
La presidenta de la Academia de Lengua y Cultura Maya de Quintana Roo A.C. y coordinadora del Colectivo de Revaloración de las Mujeres Mayas María Uicab 2021, Marisol Berlín, dijo que dichas agrupaciones tienen la tarea de apoyar a la revalorización de las mujeres del pueblo originario. También, reveló que desde que llegó a vivir a Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, alrededor de los años 80, el 60 por ciento de la población ha dejado atrás la vestimenta tradicional del hipil.
Pese a ser una pieza sumamente cómoda y hecha para el clima de la región, con el transcurrir del tiempo las nuevas generaciones han abandonado el uso del hipil, el cual tiene bordados de grecas o flores, generalmente de fondo de color blanco y está compuesto de algodón, explicó.
Añadió que el terno, que es el traje de gala de la Península, es usado en Yucatán por las mujeres mestizas y castizas, pero no en Quintana Roo, ya que aquí dicha prenda consta de jubón (bordado superior). También, explicó que el hipil es un segundo traje que termina hasta la rodilla con encaje y concluye con un tercer bordado que sería el equivalente al fustán, que en otros lugares del país se le conoce como la enagua.
Un terno de gala llega a costar de 20 a 25 mil pesos, lo realizan en poblados en Teabo, Kimbilá en Yucatán, mientras que Quintana Roo, X-Pichil están innovando con la moda de diseño, por esta región llegan a valer de dos mil a tres mil pesos, también hay de 600 a 800 pesos y hasta los más económicos que los encuentras alrededor de 100 en los mercados, relató.
“Es un gran orgullo portar el terno y los hipiles, con listones y sombreros para la llamada fiesta patronal de la Vaquería. Pero, en la actualidad, mucha gente ve un traje de Catrina, (ropa no indígena), y ya van hasta los festejos del pueblo sin la ropa típica y que decir en la vida diaria”, remató.
Marisol Berlín señaló que la cultura no se detiene y que si bien se ha visto una modernización en los modelos de los hipiles, producto de la apropiación cultural, tal es el caso de la creación de las “guayaberas vestidos”.
Bordando su destino
La encargada del control de calidad del grupo de artesanos Lol-Chuy, Alejandra Chuc Caam remarcó que desde años atrás se viene perdiendo la herencia en la vestimenta, las costumbres y hasta la lengua maya.
“Yo hablo en maya a algunas personas que me hablan en español, pero no quiere decir que les siga la corriente, existe un entendimiento, entonces en ningún momento dejo de hablar mi lengua materna”, dijo orgullosamente la habitante de la comunidad de Xpichil, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto.
Asimismo, mencionó, “porque si como padres no inculcamos que nuestros hijos hablen el maya y porten la vestimenta, propiciamos que vayamos perdiendo lo que nos dejaron nuestros ancestros”.
Con un “giro de tuerca”, la orgullosa artesana destacó que ni la pandemia pudo detener a los artesanos del grupo de artesanos Lol-Chuy en el poblado de X-Pichil, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, quienes han “bordado su propio destino” al ser los ganadores del concurso artesanal del Gobierno del Estado de Quintana Roo, luego de crear cubrebocas con diseños de textiles de la región, logrando el primer lugar con el modelo Cabeza del Jaguar; el segundo lugar “La Leyenda de X-Tabay” y una mención honorífica para el modelo “Cosecha del Chicle”.
“Con la bendición de Dios”, como dijo la representante de esta agrupación, Lol-Chuy distribuye los cubrebocas y las prendas de vestir a ciudades del extranjero como Miami, en Estados Unidos y en París, Francia, en ambas ciudades ha incrementado la comercialización al 10 y 15 por ciento, respectivamente.
MR