Quintana Roo

Don Kike endulza la vida de los cozumeleños con sus helados desde hace 28 años

Isidro Marío Uh Canché, mejor conocido como "Don Kike" se dedica a la venta ambulante de helados en Cozumel; sus principales clientes son los niños
Ni la pandemia detuvo a "Don Kike" / Arturo Mezo

¡Los niños le aclaman y lo adoran! ¿Y cómo no? Pues es él quien les endulza la vida y les refresca el alma. Ya son 28 años consecutivos que el tizimileño Isidro Marío Uh Canché se dedica a la venta ambulante de helados en Cozumel y aunque curiosamente no lleva el nombre de Enrique, sus clientes lo identifican plenamente como “don Kike”.

Llegó a Cozumel en el año de 1993, ya casado con María Romana Yam Dzul su compañera de vida, con quien procreó tres hijos, dos hombres y una mujer.

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El popular “Kike”, ya tenía conocimientos básicos en la elaboración de helados que le enseñó su suegro, Julio Yam Canul, pero en un principio dudó que le fuera a ir bien, así es que inicialmente pensó en poner un negocio ambulante de granizados con unos parientes que se dedican a esta actividad.

Sin embargo, finalmente decidió probar suerte en la venta de helados y desde el primer día le fue bien. Desde entonces, don Kike ya lleva 28 años recorriendo las calles de Cozumel ofreciendo su producto, siendo su principal carta de presentación el buen trato con los niños, sus principales clientes.

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No obstante, una reciente operación dejó en cama a don Kike, después que le fuera encontrada una piedra en el riñón, por lo que, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en Valladolid, Yucatán.

Su hijo mayor es quien tomó su lugar en el triciclo, pero pronto estará de regreso. Don Isidro Mario nos habló un poco del procedimiento en la elaboración del helado. Los hay de todos sabores como elote, vainilla, chocolate, mamey y el de mayor demanda que es el de coco.

Explica que sólo preparar un bote de 12 litros de helado lleva una hora, más dos horas el procedimiento para elaborar la barquilla, pero finalmente se convirtió en un negocio propio que valió la pena invertir, tiempo, esfuerzo y dedicación.

Don “Kike” asegura que en temporada de calor vende de 80 a 90 helados al día, cantidad que se incrementa los fines de semana. Su visión empresarial también ha llevado a sus dos hijos a convertirse en emprendedores, pues mientras uno se dedica a la producción, el otro se enfoca a la distribución, lo cual significa que la venta de helados se terminó siendo una tradición familiar.

Hoy, la familia ha decidido ampliar la oferta y la demanda abriendo un negocio establecido en su propio domicilio en el que también “la reina del hogar” participa, ya son tres meses desde que abrieron sus puertas.

Para don “Kike”, quien solamente cursó la secundaria, ser heladero requiere de mucho carisma, entusiasmo, amabilidad y respeto hacia los niños. “Tenemos que mostrarles nuestra mejor cara, bromear con ellos, hacerlos sentir que son importantes para nosotros como clientes potenciales”, afirmó.

Dijo ser muy feliz con su trabajo, no le pide nada a la vida, sino solamente salud. Actualmente, en Cozumel son varias las personas que se dedican a la elaboración y venta de helados de frutas de la temporada, pues de acuerdo con un padrón hay entre 15 y 16 heladeros que atienden a una población de cien mil habitantes, un gran mercado.

Hoy, sus hijos se trazaron una nueva meta que es la venta al mayoreo para expandir el negocio familiar. Don “Kike” guarda fuerzas y energías para regresar a las calles de la isla con su peculiar estilo que muchos ya conocen:

¡Hay Helados, heladoooosssssss!

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CI