El Centro de Negocios Ganaderos de Quintana Roo (banco ganadero), que inició con un capital de 2 millones 375 mil 500 pesos y 247 socios, desapareció bajo la administración del ahora encargado del despacho de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (Sader), Florencio Song Solís.
El 10 de noviembre del año 2009, en la Notaría Pública número 23, se conformó el Centro de Negocios Ganaderos de Quintana Roo, en donde se acordó que el titular sea Florencio Song Solís; secretario, Filiberto Pat Ek, y tesorero, José Luis Rubio Rodríguez (+).
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Se vendieron acciones a 500 pesos cada una, por lo que se logró reunir la cantidad de 2 millones 375 mil 500 pesos a 247 ganaderos de Quintana Roo.
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Sin embargo, los más de 220 productores, que se encuentran en actividad y que aportaron 9 mil pesos cada uno, exigen que el ahora encargado de la delegación estatal de la Sader, Florencio Song Solís, aclare en dónde quedó el banco ganadero, pues a la fecha no se tienen noticias.
Este banco ganadero obtuvo el permiso de la Secretaría de Relaciones Exteriores para constituir la sociedad, al que le correspondió el número 3101761, expediente número 200831102749, folio 090609318002 en la ciudad de Mérida, Yucatán.
El objeto social de la Sociedad Anónima de Capital Variable, Sociedad Financiera de Objeto Múltiple, fue la de realizar en forma habitual y profesional el otorgamiento de crédito, así como la celebración de arrendamiento financiero.
Además de realizar el cuidado, producción, reproducción, comercialización, compra, venta, importación y exportación de toda clase de ganado, llegando incluso a especies de fauna silvestre o en peligro de extinción, incluyendo sus subproductos y derivados.
El capital social con que inició fue de 2 millones 375 mil 500 pesos, representado en acciones nominativas totalmente suscritas y pagadas cada una con un valor de 500 pesos.
Los primeros que compraron 18 acciones fueron Mariano Canul Cahuich, Benito Chay y Noh, Enedino Chimal Pech, Feliciano Pech Cupul y 242 más, algunos de ellos ya fallecidos.
La petición de los fundadores del banco ganadero es que se esclarezca todo y que no les digan que quebró, aunque el ahora delegado de la Sader es especialista y muy hábil para estos casos.
La incertidumbre ahora está en la 4T y los campesinos y ganaderos no le tienen confianza, por su oscuro historial en la Unión Ganadera Regional (UGR).
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CI