El pasado 6 de enero, como se recordará, un sujeto abrió la llave del gas y ocasionó una explosión que afectó a por lo menos 8 viviendas y que ahora están desocupadas por este miedo a que caiga el inmueble.
Verónica Marín, una de las propietarias de un departamento, dijo que tiene que rentar en otro lugar porque "estas casas no son habitables".
Después de la explosión que sacudió este fraccionamiento y se escuchó en kilómetros a la redonda, Protección Civil acordonó el área ante el riesgo que representaba.
El edificio, que en su conjunto concentra ocho unidades, más las de enfrente que también fueron dañadas, incluso otras cruzando la calle, hoy se encuentra habitado parcialmente. Y es que sin dinero, unas familias que sufrieron los daños menores, no pueden rentar en otro lugar y viven con el temor de que pronto caiga el edificio.
De hecho, al permitirnos entrar por el patio trasero, señalaron hacia una de las paredes que está a punto de caer. Además, la zona ya no está acordonada y pasa gente a cualquier hora del día.
Con la temporada de lluvias en puerta, piensan que el agua acumulada en este departamento donde inició la tragedia, será factor para que todo se venga abajo.
"Vino Protección Civil a poner unos puntales de metal cuando ocurrió la explosión, y a la semana los quitaron y pusieron otros de madera,", refirió Verónica Marín, "de hecho, la zona fue acordonada pero ya no hay nada".
El gobierno de Solidaridad, les regaló únicamente dos colchonetas y unas despensas a cada familia afectada "y la presidenta (Laura Beristaín) dijo que nos iban a dar un apoyo económico quincenal, en lo que se solucionaba todo, pero jamás volvieron. Y ni modo de dormir con dos colchonetas ala intemperie. Por eso tuvimos que salir a rentar".
"No hay nadie, todos estamos por fuera rentando, estas casas no son habitables", insistió, "se metió una demanda cuando la persona que ocasionó la explosión estaba vivo, se metió la demanda, pero al fallecer se le dio carpetazo".
Pero también se acudió al Infonavit para exigir el seguro de vivienda, sin embargo, primero se tiene que de moler la casa para que puedan reparar las demás.
"No podemos reparar algo cuando eso no está derribado".
Incluso, peritos de Infonavit reconocieron que se tenía que demoler todo y volver a construir, pero sólo fue la observación porque jamás volvió personal de este instituto.
Hoy, las familias afectadas viven momentos muy complicados porque se suma la crisis económica derivada de la pandemia.
"Y todo por un loco que no pensó en los demás", como refiere otra señora en alusión a la persona que, trastornada, hizo explotar el edificio.
RM