Quintana Roo

Así es el estilo de vida y trabajo de los menonitas en Quintana Roo

El menonita Abraham Neufeld cultiva hortalizas, maíz, tomate, ordeñar vacas y luego procesa la leche para hacer quesos artesanales para obtener recursos
Los menonitas comercializa sus productos en los mercados de Chetumal, Bacalar y Cancún / Luis Enrique Tuz

Abraham Neufeld es uno de los menonitas que permanecen en el campamento Salamanca trabajando con orgullo de sol a sol y en familia, arando la tierra, ordeñando a las vacas, recorriendo su pequeña granja de pollos o reparando maquinaria para obtener recursos económicos.

La maquinaria sólo la puede utilizar para trabajar la tierra y no para esparcimiento, anda en carreta jalada por caballos, trabaja durante todo el día en su pequeña granja de aves y de ganado bovino, y ya preparó sus tierras para el cultivo de maíz.

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Por la cercanía que tiene el ejido Salamanca con la cabecera municipal de Bacalar, unos 15 kilómetros, se ha acostumbrado a convivir con los ciudadanos mexicanos, sobre todo al abrirles las puertas de su casa; sin embargo, Abraham Neufeld es fiel a sus tradiciones menonitas y respeta su religión, pero abre sus puertas para mostrar brevemente la forma en cómo viven y trabajan los menonitas.

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Expresó que forma parte del grupo que salió de Blue Creek, Belice, que llegó a Salamanca, Bacalar, por el rumbo de la comunidad Reforma, al comprar tierras al ejido de Bacalar, en un principio fueron 960 hectáreas y actualmente están trabajando en 2 mil 500 hectáreas, además tienen una cantidad similar en reserva, porque las leyes ambientales actuales son muy estrictas y no les permiten deforestar.

Señaló que vive en Bacalar como cualquier otro menonita en una casa con dos caídas de agua y en donde tiene lo necesario, menos energía eléctrica y aparatos electrodomésticos porque su religión se lo tiene prohibido y él la respeta porque no desea ser castigado.

Desde pequeño fue educado para trabajar la tierra por sus padres y ahora hace lo mismo con sus hijos, aunque los pequeños tienen la responsabilidad de acudir a la escuela que se tiene en el mismo campamento.

Narró que desde que amanece se dedica a trabajar en sus tierras, cultiva hortalizas, maíz, tomate, también se dedica a ordeñar las vacas y luego procesar la leche para hacer quesos artesanales, los cuales son comercializados en el mercado de las ciudades de Chetumal, Bacalar y Cancún.

Asimismo, dijo que cuenta con una pequeña granja de pollos y gallinas, los cuales comercializa vivos y diariamente levanta cuando menos cien huevos, su destino es el mercado local, en donde se comercializan a 3 o 4 pesos cada uno, dependiendo de la oferta y la demanda.

También tiene su propio taller donde repara su maquinaria y en ocasiones transporta su equipo a otros campamentos o incluso a Bacalar, para prestar sus servicios.

Expresó que la comunidad menonita tiene permiso para salir a la ciudad a comercializar sus cosechas y se pueden observar camionetas estacionadas en los alrededores de los mercados con sus cosechas, ya sea cilantro, tomate, queso, leche de vaca y hasta cacahuates.

Finalmente, el menonita señaló que tiene la idea de que en los próximos años tendrán una mayor relación comercial y de trabajo con la sociedad quintanarroense, pero siempre respetando su religión.

RM