En la aplicación de la vacuna anticovid en Puerto Morelos para personas de 30 a 30 años se registró cierta renuencia de este grupo, debido a que no quieren el biológico de la farmacéutica AstraZeneca.
En entrevista con el personal de Salud, advirtió que a esta problemática se suma que las personas de esta edad en su mayoría son parte de la operatividad laboral, que necesitan el permiso de las empresas de ausentarse para ir a vacunarse.
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Una trabajadora de Bienestar, quien prefirió el anonimato porque no estaba autorizada a dar entrevistas, reconoció que es importante que el Gobierno del Estado exhorte a las empresas a que sean flexibles y dejen salir a sus trabajadores a vacunarse. “No que los obliguen a que vayan a aplicarse la vacuna, pero sí que los dejen ir si quieren, porque tampoco es obligatorio”.
Agregó que los jóvenes no quieren la vacuna anticovid de AstraZeneca, “prefieren Pfizer, pero también es buena, ambas son buenas, pero esto influye para que no vengan”.
Al corte de las 15:30 horas, 571 personas se vacunaron en el centro de Salud de Puerto Morelos. 431 personas pertenecen al grupo de edad de 30 a 39 años; además de 70 personas que acudieron de una edad estimada de los 40 a 49 años.
Otras 50 personas fueron a vacunarse del rango de edad de los 50 a 59 años; 5 personas de esta misma edad acudieron a la aplicación de la segunda dosis; 15 personas más eran mayores de 65 años.
No se precisó el número de vacunas a aplicar en Puerto Morelos, puesto que el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es quien resguarda con sigilo la información; además, no se permitió documentar el proceso de vacunación.
María, una mujer de 35 años de edad, afirmó que algunas de sus amistades decidieron no vacunarse debido al biológico que les tocaba aplicarse, en este caso AstraZeneca. “Tampoco quería, pero en mi casa me insistieron mucho por la edad de mis padres, para no ponerlos en riesgo”.
Cuestionada sobre su opinión sobre los jóvenes que salen a divertirse y se aglomeran en los destinos turísticos de Quintana Roo, señaló que cada quien es libre de divertirse, “ya depende de ellos si se cuidan o no. Casi no salgo y cuando lo hago, es porque confío en que se están cuidando”.
Aglomeraciones, jóvenes desacatan las medidas
“Está mal, porque no nos cuidamos y eso es lo que hace que sigan los contagios de COVID-19, que no paren, entonces ya depende de cada persona que sea consciente de cuidarse o no”, expresó Minerva, una mujer que se resguardaba de la lluvia que azotó en Puerto Morelos.
Afirmó que el regreso a clases no puede ser seguro, pero sí sería conveniente debido a que los estudiantes no han tenido una adecuada educación, “que vayan con las medidas y cuando les toque la vacuna, tendrán que vacunarse”.
Lamentó que actualmente sean los jóvenes quienes se estén enfermando de COVID-19, debido a que no están acatando las medidas restrictivas, como el uso del cubrebocas y evitar asistir a fiestas.
“Más que nada que piensen ellos que estamos al cien por ciento otra vez-en los contagios y se van a fiestas. Deben de tener mucho cuidado porque piensan que están jóvenes y no les va a dar pero sí les está dando. Se tienen que cuidar, no quitarse el cubrebocas, tener el gel siempre y cuidarse. Conozco quienes no lo hacen, les vale, pero tienen que cuidarse”, advirtió.
Según el tablero COVID-19 del Gobierno federal, en Quintana Roo hubo un incremento considerable de casos positivos en jóvenes de 20 a 39 años de edad, quienes superan a la población en riesgo de más de 60 años.
En el desglose, se precisa que hay 20 mil 259 casos acumulados de COVID-19 en personas de 20 a 39 años de edad; en tanto que las personas 60 a 90 años hay 3 mil 976 casos acumulados.
Diferencia entre vacunas
La asesora científica del departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular, Ana Lorena Gutiérrez Escolano, aseveró que las diferentes vacunas contra el COVID-19 tienen el mismo fin, pero de diferente manera.
En México actualmente se emplean seis tipos de vacunas, cada una cuenta con mecanismos de acción diferentes, pero todas tienen el objetivo de proteger a la población de los síntomas graves de la enfermedad.
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La diferencia entre ellas es el porcentaje de efectividad. Por ejemplo, la de Pfizer-BioNtech, que tiene una efectividad de 85 por ciento; AstraZeneca, 70 por ciento; Sputnik V, 92 por ciento; Cansino, de 56 a 85 por ciento; Sinovac, de 56 a 85 por ciento y la Janssen, de 66 por ciento.
CG