Personal de la Secretaría de la Marina (Semar) y de la Capitanía de Puerto en Cozumel se hacen “de la vista gorda” ante algunos prestadores de servicios que aprovechan la falta de vigilancia y regulación para vender más brazaletes a usuarios y llevar las embarcaciones turísticas con sobrecupo, a pesar de las indicaciones del Semáforo Epidemiológico Naranja.
Aprovechando que la afluencia de visitantes repuntó esta temporada de vacaciones, muchos náuticos están 'haciendo su agosto' para hacer tours con más personas, aunque esto represente riesgos de contagios e incumpliendo de las normas establecidas por la pandemia.
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Esto ocurre porque no hay vigilancia en los muelles por parte de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), tampoco de la Secretaría de la Marina a través de la Capitanía de Puerto.
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De acuerdo con los lineamientos, la operatividad de este sector debe estar entre 50 y 70 por ciento, pero la realidad es que las embarcaciones tipo balleneras están operando con su totalidad de asientos disponibles, que es de entre 10 y 12 personas.
Sin embargo, los náuticos se burlan de la autoridad ante la falta de acciones para el cumplimiento de las normativas sanitarias anticovid.
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Operadores de embarcaciones regulares que laboran con módulos en el muelle San Miguel de Cozumel, mencionaron que a ellos sí los monitorean constantemente, “mientras que a los independientes nadie los regula”, por lo que esperan que alguna autoridad tome cartas en el asunto.
CG