Muere uno de los pioneros del futbol en Cozumel, Guillermo Escobar Díaz, el popular “Memo”, quien hiciera famosa su frase célebre “a ver a qué horas”, que retumbaba los cimientos de la Unidad Deportiva “Independencia”. Forjador de grandes generaciones de futbolistas y fundador de la franquicia de los inigualables Vikingos.
Este día familiares y amigos le dieron el último adiós al señor Guillermo Escobar Díaz, quien falleció la tarde del pasado miércoles por un infarto al miocardio, luego de haber estado hospitalizado durante varios días.
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A pesar de ser oriundo del Estado de Michoacán, “Memo” dejó un importante legado en el balompié amateur al fundar la franquicia de los inigualables Vikingos, nombre que adoptó por ser fanático de los barcos Vikingos, convirtiéndose en uno de los principales promotores del futbol, coincidiendo con el inolvidable Porfirio González Aldape, quien se adelantó en el viaje eterno hace varios ayeres.
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La comunidad futbolística de Cozumel se encuentra de luto con la partida de este hombre, quien fundó su propia franquicia, dotando de uniformes, balones, arbitraje, pagos de temporada, etc. a sus equipos a cambio de nada, convirtiéndose en uno de los planteles de gran prestigio y respeto en la década de los 80 y 90 en el balompié de la primera fuerza amateur.
Pocos saben que al ahora difunto le gustaba dibujar y diseñar sus propios uniformes, pues fue de su autoría el surgimiento del logotipo oficial de los Vikingos.
Guillermo Escobar Díaz pasaba más tiempo en las canchas que en su casa, fue uno de los Pioneros del balompié amateur al protagonizar aquellos encarnizados duelos en el único Campo que había en la isla, situado en las instalaciones de la Base Aérea Militar Número 4 frente al balneario de las Casitas.
Fue buen futbolista en sus años mozos, hasta que por la edad decidió colgar los tacos, pero continuó en el ambiente junto a su hermano Manuel “La Vedette” Escobar, formando juntos grandes equipos que hacían temblar a cualquiera.
Posteriormente, con la ayuda de su brazo derecho Jorge Alcalá empezó a sembrar las primeras semillas de los Vikingos, llevando a equipos jóvenes a competir, haciendo una importante escuela, de la cual han surgido buenos futbolistas que han debutado profesionalmente.
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Memo Escobar falleció a los 71 años de edad y con él se apaga aquella frase “A ver a qué horas”, refiriéndose a que los partidos no empezaban a la hora programada, cuando asistía a verlos, con lo que será recordado siempre.
RM