Luego de que muriera una persona ahogada en abril del presente año, el cenote Azul de Sacalaca en José María Morelos, fue cerrado, por lo que ahora no está recibiendo a ningún visitante.
Para don Bonifacio Álvarez, vecino del poblado y también integrante del comité de turismo, el cierre del cenote fue un atentado, ya que es economía de la localidad, porque esa acción impide a la gente de la localidad obtenga ingresos.
Expuso, hoy muchas personas de poblado que estaban trabajando en la zona norte, están vueltas en comunidad por la cuestión de la pandemia del COVID-19, y esas personas necesitan de ingresos para enfrentar sus necesidades familiares.
Segundo Bonifacio Álvarez, la instrucción para que se cierre el cenote por los ejidatarios, durante 8 meses, lo dio la Fiscalía General del Estado, luego del rescate del cuerpo de un joven yucateco que se ahogó en ese lugar, a mediados del mes de abril de este año.
El consideró que ese lugar se debe reabrir de nuevo para que inicie la recepción de turistas y visitantes locales.
El cenote de Sacalaca fue habilitado para recibir turismo en 1998, con el apoyo del entonces presidente municipal Cristino Flota Medina.
En ese lugar arriban cada año según don Bonifacio Álvarez un promedio de 2 a 3 mil turistas.
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RM