Vida nocturna en Holbox y Cozumel desata contagios por COVID-19

“Vacaciones en la playa significa noche de fiesta”, dijo Rebeca, una joven turista de Querétaro, quien esperaba abordar una de las embarcaciones con destino a Holbox, lugar al que cada vez más turistas eligen para escapar del sargazo.

La isla no rebasa los cinco casos activos de COVID-19 reportados oficialmente por la Secretaría de Salud estatal (SESA), lo que ocasiona que las medidas sanitarias se relajen tanto en el día como en la noche y así, la zona de cruce implique el riesgo latente de contraer el virus.

Esto a pesar de que el municipio de Lázaro Cárdenas en Quintana Roo destaca a nivel estatal por concentrar más casos activos en dos de sus colonias: 24 en Kantunilkín y 14 en Expo.

Cuando el sol se esconde, las luces de los bares se encienden para ofrecer música y bebidas embriagantes hasta el amanecer, a pesar de las restricciones que establecen el cierre de negocios a la medianoche.

Los mismos habitantes de la isla recriminaron que la vida nocturna en Holbox no es regulada, pues la vigilancia es nula por parte de las autoridades, como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) o la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan).

Los centros nocturnos y bares de la Holbox, incluyendo los que han recibido los permisos de venta de bebidas embriagantes de la misma Sefiplan hace poco tiempo, son los que menos acatan estas disposiciones; es decir, el horario, el uso de cubrebocas y la Sana Distancia y en ellos es común observar todas las noches un excesivo aforo de visitantes, que ni la propia policía puede controlar.

Los llamados de atención son constantes a establecimientos como “La Combi”, “La Hot Corner” (que ya fue clausurado en una ocasión), el bar “Pura Vida”, así como un centro nocturno que se inauguró este jueves, el “Black Trebol”, donde los visitantes y locales convergen sin la mínima precaución y respeto a los protocolos.

Habitantes, prestadores de servicios y ecologistas coinciden en que se requiere una pronta intervención de las autoridades, con la aplicación de “mano dura” a estos establecimientos, debido a que laboran entre la una y hasta las 3 de la mañana y nadie respeta los protocolos anticovid en Holbox.

Afirmaron que a pesar de los llamados de atención de la policía, los turistas ignoran a las autoridades porque no se aplican las sanciones estipuladas por la autoridad estatal y sus actividades las terminan en la playa al amanecer con bebidas embriagantes y música.

Y es que aun cuando se afirma que ninguno de los turistas que han llegado a Holbox se ha contagiado, lo cierto es que cuando mucho están dos, tres y hasta cinco días y se regresan a sus lugares de origen y no se llega a saber si resultaron o no contagiados de COVID-19.

Cruce de contagios

Cozumel ganó fama mundial por ser el destino número uno con el arribo de cruceros y con la segunda barrera arrecifal más extensa del Caribe; antes de la pandemia, era el destino más visitado por buzos que provenían de todas las latitudes.

Ahora, los negocios de la isla buscan reactivar su economía y los centros nocturnos abren apenas se oculta el sol para poder aprovechar hasta el último minuto permitido por el Gobierno estatal.

Que la ocupación hotelera se mantenga cerca de 50 por ciento da un respiro no sólo para los centros de hospedaje, sino también para restaurantes y bares, que atienden a los turistas que pernoctan en la isla.

Sin embargo, los visitantes que regresan al continente, se aglomeran tanto en la zona de cruce como en la zona turística de Solidaridad, municipio que destaca en el ranking estatal de colonias con más casos activos del SARS-CoV-2.

Para mitigar la propagación del COVID-19 en Playa del Carmen, algunos de negocios que operan de noche en la Quinta Avenida respetan los aforos permitidos pero otros hacen caso omiso.

Con una hora más de licencia, los trabajadores de estos centros nocturnos aprovechan para invitar a los turistas y locales que caminan por la Quinta Avenida atrayéndolos con ofertas en sus bebidas, sin importar cuánta gente pueda caber en sitios como “La Vaquita” o “Abolengo”.

Estos establecimientos inician su operación a partir de las 18:00 horas, ya que tienen permiso para operar solamente de noche, mientras que hay bares que desde el medio día están funcionando.

Sin ir más lejos, hay bares, ubicados en la Quinta Avenida con calle 40 Norte, que por estar más alejados del bullicio de la calle 12 han recibido multas varias veces por incumplir con las normas del protocolo sanitario.

En las calles de la Quinta Avenida de Playa del Carmen, los turistas usan el cubrebocas como pulsera y omiten otras medidas sanitarias como la Sana Distancia, pero las autoridades no se han hecho presentes para exhortar a la ciudadanía a cumplir los protocolos.

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Cabe recordar que si bien el Gobierno de Quintana Roo dio a conocer que se permitía que los negocios rebasaran 50 por ciento del aforo, tanto empleados como usuarios deberían tener su esquema de dos dosis de vacunación, o sus pruebas de PCR o de Pruebas de antígenos negativas a COVID-19 con un máximo de 72 horas.

CG