De poco sirve la señalética colocada a lo largo de las carreteras perimetral y oriental, para que los automovilistas reduzcan su velocidad al circular por la zona, con el fin de disminuir el número de especies atropelladas como mapaches, coatíes, cochinos de monte y venados, entre otras que tienen su hábitat en este lugar, pues los conductores siguen rebasando los límites permitidos de velocidad.
Biólogos aseguran que esta situación no cambia, pues siguen atropellando fauna sobre la costera Sur y la zona Oriental de la isla, donde diversas especies terminan sobre la cinta asfáltica inertes, después del impacto que reciben de algún automóvil.
Dentro de la ciudad también se registran casos de animales atropellados de diversas especies y, por si fuera poco, en algunos casos sus cuerpos son arrojados a lotes baldíos.
“La velocidad inmoderada con la que algunos automovilistas se desplazan sobre esas áreas aumenta la cifras de ejemplares muertos de diversas especies, las cuales terminan su ciclo de vida en la carretera”, señalaron especialistas ambientales.
El exdirector de Ecología, Fernando Pola, afirmó que aun cuando se han emitido campañas de concientización, pláticas de educación ambiental entre el sector de trasporte público, rentadoras, personal de hotelería y la población en general, no hay respeto ni responsabilidad ambiental con las especies que intempestivamente cruzan las carreteras, pues son atropellados por conductores que, en su mayoría, manejan a una velocidad no permitida.
Uno de los principales amantes de la naturaleza y actual director del Centro de Conservación Ambiental, Rafael Chacón Díaz, manifestó a través de sus redes sociales esta lamentable situación, en la que la falta de responsabilidad de los conductores de vehículos ocasiona la muerte de las especies.
“Las recomendaciones, las campañas, las actividades, la difusión y otras estrategias para que los conductores reduzcan la velocidad y sean más empáticos con la fauna, han sido constantes; sin embargo, no hay cultura, ni amor por la naturaleza por parte de los conductores irresponsables, para conservar las especies, la mayoría, endémicas de la isla”.
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RM