A pesar de que Grupo Xcaret está en el ojo del huracán debido a la investigación de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), por la balacera ocurrida en uno de sus centros de hospedaje, donde dos canadienses murieron y otra persona resultó herida, todos implicados con la mafia vietnamita, el Gobernador Carlos Joaquín González no se ha pronunciado al respecto y en sus redes sociales se limita a compartir actualizaciones de los casos COVID, jornadas de vacunación y el pronóstico del clima.
Desde el viernes pasado, cuando Playa del Carmen y una de las empresas más grandes de la región eran foco en los medios nacionales e internacionales, su única reacción al caso fue retwitear una publicación de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo (FGE), donde informa sobre la carpeta de investigación que se abrió por el caso.
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Posteriormente, hizo campaña de la jornada de vacunación contra el COVID-19 de los próximos días, el conteo de casos diarios del virus, el pronóstico del clima y reposteó un video con el avistamiento de una familia de delfines en Cozumel.
Sobre Grupo Xcaret y su investigación por parte de la DEA, la presencia de mafias internacionales en Quintana Roo y el avance en las investigaciones, no emitió ningún posicionamiento.
Silencio, su normalidad
Sin embargo, no es la primera ocasión en la que el mandatario quintanarroense guarda silencio ante la ola de violencia que permea en la Entidad que dirige, pues también omitió pronunciarse el pasado 4 de noviembre, cuando un grupo de hombres armados ingresó al hotel Hyatt Ziva en Puerto Morelos, aparentemente como parte de un ajuste de cuentas entre grupos criminales antagónicos.
Ante esto el personal del lugar pidió a los turistas que se resguardaran en cuartos, mientras las cámaras de seguridad captaban cómo los sujetos corrían por el área de playa con sus armas de fuego.
Esto provocó que Estados Unidos y Reino Unido emitieran una alerta hacia sus connacionales, en donde les pedía no salir del hotel hasta que hubiera un avance en las investigaciones, además de contactarse con sus respectivas embajadas si lo necesitaban.
La misma táctica utilizó cuando el 20 de octubre se presentó un enfrentamiento entre narcomenudistas, en el bar 'La Malquerida”, en Tulum', que dejó como saldo tres personas heridas y dos turistas extranjeras asesinadas. En esta ocasión, se escucharon al menos una docena de disparos y los atacantes huyeron tras cometer el crimen.
El noveno municipio de Quintana Roo, uno de los más populares del Estado en los últimos años, estaba en el “ojo del huracán”, tanto a nivel nacional como internacional; sin embargo, a pesar de que se esperaba que Carlos Joaquín González diera un mensaje, esto no ocurrió.
El 12 de octubre se registró otro tiroteo en la zona de bares y restaurantes, conocida como la Mini Quinta, donde sicarios dispararon en contra de un hombre, quien resultó lesionado; éste huyó del lugar dejando abandonada su motocicleta. Las alarmas se encendieron una vez más, sin embargo, el mandatario volvió a guardar silencio.
Otro suceso parecido se dio el 25 de junio, cuando se reportó un enfrentamiento en una playa de Tulum. La balacera provocó que dos hombres fueran asesinados y otro resultó herido de gravedad.
El terror se adueñó de los turistas, pues una de las víctimas mortales estaba en Playa Paraíso, mientras que el lesionado permanecía en los camastros; la segunda que perdió la vida estaba en Playa La Esperanza, lugares que contaban con decenas de visitantes nacionales e internacionales.
Nuevamente Quintana Roo salía en los principales titulares internacionales, donde países de todas las latitudes se cuestionaban la falta de seguridad en las playas y el incremento de ataques en la Riviera Maya, pero Carlos Joaquín González, otra vez no dio ni escribió ninguna declaración acerca de lo sucedido.
El 11 de junio, las playas de Cancún fueron puestos en jaque, cuando ocurrió una balacera en un snack bar. Dos hombres fueron asesinados y una turista estadounidense resultó herida en Playa Tortugas.
Tiempo después se supo que un grupo armado arribó al lugar en motos acuáticas y disparó contra dos vendedores de artesanías. Los atacantes huyeron en los mismos vehículos en los que llegaron.
Estados Unidos nuevamente puso la mira en Cancún, luego de que una de sus connacionales fuera víctima, hechos que dejaron intranquilos a los turistas y locales, pues era evidente que la inseguridad estaba alcanzando las playas, por lo que se esperaba un mensaje del Gobernador, pero se limitó a seguir con su agenda y las mismas publicaciones de siempre en Twitter.
Las zonas arqueológicas tampoco se salvan de la delincuencia, pues varios hechos han ocurrido cerca de las ubicadas en Tulum, tal como ocurrió el pasado 16 de octubre, cuando en el estacionamiento asesinaron a un hombre frente a turistas que estaban visitando la zona, provocando pánico en los viajeros al presenciar el hecho a escasos metros.
Carlos Joaquín tampoco dio una declaración al respecto y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) fue el encargado de informar detalles sobre lo sucedido, además de refrendar su disposición por colaborar con las investigaciones.
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CG