Benito Juárez (Cancún) es el Municipio de toda la Península de Yucatán con el mayor número de personas en situación de pobreza, de acuerdo con el informe elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Durante 2020, el último año de registro en la medición del Coneval, la demarcación más poblada de Quintana Roo registró 323 mil 435 personas bajo esta condición, una situación que se recrudeció como consecuencia del impacto por la pandemia.
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Con esta cifra de personas pobres en Cancún, la ciudad se coló entre los 20 municipios con las tasas de rezago social más altas del país.
Se trata de la primera vez en una década que un Municipio de Quintana Roo aparece en este ranking que se realiza cada cinco años. En 2010 el quinceavo lugar, que ahora ocupa Benito Juárez, lo ocupaban ciudades de Sinaloa y Michoacán.
El Coneval destacó en su más reciente medición de la pobreza que dos de los principales destinos de playa de México aparecieron en los punteros de rezago social: “Asimismo se encuentran (en esta estadística) dos de los principales centros turísticos del país, Acapulco de Juárez (Guerrero) y Benito Juárez (Quintana Roo).
La semana pasada, en su edición del 3 de enero, Por Esto! destacó las similitudes entre estas dos ciudades consideradas polos del turismo nacional e internacional: cómo a pesar de ser motores económicos de sus entidades, ambas cayeron en situaciones críticas de bienestar social, alentadas por el avance de los cárteles de la droga y la incapacidad de sus autoridades para asumir el control.
Muchos rezagos
Entre los rubros que se evaluaron para determinar las posiciones de los municipios están el rezago educativo, el acceso a los servicios de salud, la seguridad social, la calidad y espacios de la vivienda, los servicios básicos de la vivienda, así como la alimentación y cohesión social.
Estos indicadores revelan que una buena parte de la población de Cancún no sólo carece de recursos económicos; además enfrenta un rezago en servicios básicos que deberían garantizar su bienestar.
Aunque Benito Juárez es considerado un paraíso a los ojos de los turistas, que ven en sus playas un ideal para el descanso y el disfrute, para otros, quienes viven en esta ciudad, es un lugar con muchas carencias.
Es el caso de José Sánchez, de 54 años de edad, quien tiene un depósito de basura y recorre todas las mañanas las calles de tierra en la periferia de este polo turístico, un paisaje nada cercano a las condiciones de la Zona Hotelera.
Para llevar un poco de comida a su casa, José tiene que caminar más de un kilómetro para encontrar el transporte que lo lleve al centro de Cancún.
José Sánchez es padre de dos hijos y en un momento tan crítico como el contexto reciente, con escansez de trabajo y falta de servicios básicos, no pide otra cosa más que el Gobierno se interese por su colonia, para que por primera vez él y su familia estén en un sitio que al menos cuente con servicio de drenaje, agua y electricidad constante.
En la colonia Cuna Maya, donde vive, además de todas las limitaciones, la violencia cada vez crece, pues es un territorio absorbido por los grupos de la delincuencia organizada, algo que ya obligó a los vecinos a tener un toque de queda hasta las 22:00 horas. Fuera de ese límite, sus vidas corren un grave peligro.
“He vivido aquí por mucho tiempo, y no pierdo la esperanza de que podamos tener calles pavimentadas, luz y agua potable; sobre todo nos preocupa la inseguridad, yo tengo hijos y me da miedo, porque aquí no puedes salir después de las 10, el riesgo es mucho”, aseguró.
Por su parte, la señora Nayeli, de la colonia La Amistad, denunció la falta de responsabilidad por parte de las autoridades locales, pues siguen sin tener los elementos básicos para vivir, a pesar de que en tiempo de campañas les prometen reparar la deuda social.
Los pobladores en esta colonia ya se organizaron para conseguir una instalación de luz informal, de la que tampoco pueden fiarse.
“Aquí ya llevamos muchos años, nosotros pagamos para que nos instalaran la luz, porque el Gobierno no se interesa; entrar a la colonia es muy difícil, porque las calles no están pavimentadas, no hay tiendas; mucho menos escuelas, ¡queremos vivir de una mejor forma!”, expresó.
Aunque Tulum no está en el ranking de municipios pobres, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) encontró que entre 2015 y 2020, los mayores aumentos en el porcentaje de población en situación de pobreza (mayor o igual a 5 puntos porcentuales) se observaron en 339 localidades, entre los que destaca en primera posición al noveno municipio de Quintana Roo.
Tulum, como Benito Juárez, forma parte de los destinos turísticos convertidos en escenarios de la violencia armada más dura, pues la alta presencia de visitantes del país y el mundo constituye un mercado potencial de sustancias ilícitas, lo que provoca que las principales organizaciones delincuenciales compitan a plomo y sangre por la plaza.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Seguridad, esta situación pone en jaque a las personas que intentan ganarse la vida en un trabajo honrado, pues algunas personas, sobre todo quienes se desempeñan en el sector hotelero o de la construcción, son obligadas a asociarse a la venta de droga al menudeo.
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jcl