Carmelita Cruz, una vecina de Playa del Carmen, alzó la voz ante el cobro desmedido por el servicio de agua potable por parte de la empresa Aguakan, debido a que el costo se elevó casi 10 veces más sin razón alguna, por lo que pide celeridad para solucionar este abuso.
Esta queja se suma a la larga lista que tiene la empresa concesionaria, Aguakan al entregar recibos a ciudadanos que no tienen las condiciones para validar el consumo de agua potable.
Carmelita Cruz, quien vive junto con su esposo, Narciso Padilla y un hijo, en una pequeña casa de interés social en la calle Loros del fraccionamiento Villas del Sol, aseguró que mes con mes pagan el precio del consumo del vital líquido, pero es lo mínimo porque no llega ni siquiera a 10 metros cúbicos.
Señaló que siempre han estado pagando alrededor de 232 pesos por el consumo de agua potable, que consta del periodo del 22 de agosto con fecha de vencimiento de pago del nueve de septiembre del presente año.
Sin embargo, Aguakan entregó un recibo con un precio de mil 845 pesos, por el último periodo del 22 de septiembre y que tiene fecha de vencimiento de pago para el 11 de octubre del 2022.
“Cómo vamos a pagar tanto, le dije al señor de Aguakan, porque es mucho 45 metros cúbicos de un solo golpe. No hay ninguna fuga, pero ya nos están cobran mil 845 pesos, situación que no es justa porque ni siquiera estuvimos el mes pasado”, aseguró.
Carmelita Cruz refirió que el empleado de la empresa le pidió que tomara foto del medidor y si éste estaba bien, habría que ver otras opciones, por si hay fuga u otra cosa. La ciudadana dijo que aparentemente el medidor está bien y que algunos otros vecinos también les comentaron que tienen "problemas de fuga”.
Carmelita Cruz destacó que el único de la familia que trabaja es su hijo, quien les ayuda en su sustento diario. “Siempre pagamos menos de 300 pesos, se supone que alguien de Aguakan ya debió de acercarse a revisar el domicilio, pero me dijeron que tome la foto y me acerque a las oficinas, pero solo voy a pasar corajes con ellos porque nunca arreglan nada”, dijo.
Carmelita Cruz junto a su esposo, Narciso Padilla, indicaron que es absurdo que Aguakan quiera cobrarles esa cantidad, cuando son casas tan pequeñas, que ni siquiera tienen el espacio para tener una pequeña piscina.
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CG