Los trastornos alimenticios se duplicaron en Quintana Roo, pues en lo que va del año se registraron 40 casos de bulimia y anorexia, mientras que en 2021 hubo 20, de acuerdo con el reporte más reciente del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave).
A nivel peninsular, el Caribe Mexicano ocupó el segundo lugar, pues Yucatán lideró, con 59 casos, mientras que Campeche tuvo 20. En los tres hubo un aumento significativo respecto al año anterior.
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Las quintanarroenses son las que más sufren estos trastornos alimenticios, pues de los 40 diagnosticados, 33 corresponden a mujeres, lo que muestra que hay una mayor presión social en el género femenino para lucir delgadas.
Estas cifras han alertado a psicólogos y nutriólogos de Cancún, pues han atendido a menores de edad, quienes presentan estas enfermedades derivado a causas como el bullying, la depresión y la desintegración familiar.
Norma Espinosa, psicóloga en la ciudad, detalló que las menores de edad también siguen estereotipos de la sociedad, los cuales dictan que deben estar delgadas; además de la influencia de las redes sociales, en las que las influencers lucen con bajo porcentaje de grasa, lo que está afectando el desarrollo de las adolescentes.
“En la clínica atendemos particularmente a mujeres menores de edad, quienes van a la escuela y sufren presión social de verse muy delgadas, tal como los estereotipos que rigen en la actualidad; además de factores como la depresión o la desintegración familiar, porque es una forma de escapar de su realidad”, dijo en entrevista para Por Esto!
Por su parte, el nutriólogo Mauricio Estrada, indicó que tratan de brindarle todo el apoyo a personas ya afectadas con este trastorno, para que mejoren su relación con la comida y no les hagan falta los nutrientes necesarios para continuar con su desarrollo.
“Sin duda son cifras alarmantes; pero a nosotros nos llegan ya casos específicos o nos damos cuenta luego de hacer una revisión sobre el porcentaje de grasa corporal y saber qué están comiendo. Nuestra misión es mejorar la relación de las personas con la comida y no satanizar alimentos”, finalizó.
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CG