Las condiciones de pobreza extrema en las que viven las familias indígenas en Carrillo Puerto, quienes señalan que las autoridades tienen a sus comunidades en el olvido, obliga a los habitantes de muchas localidades a echar mano de sus propios recursos y su tiempo para realizar obras de mejora.
Ejemplo de ello es lo que ocurrió en Sascabchen, donde los lugareños tuvieron que construir un camino de seis kilómetros con recursos propios.
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Genaro Cen Canul, Subdelegado y fundador de esta comunidad, ubicada a 90 kilómetros de la cabecera municipal de Carrillo Puerto, explicó que se trata de una zona muy remota y de difícil acceso; añadió que los residentes se dedican a trabajar en la milpa, la apicultura y el cultivo de pitahaya.
Señaló que el mayor problema que tenían era el camino de acceso, que consta de seis kilómetros, desde Kancabdzonot, ya que para trasladar a los enfermos tenían que hacerlo en una camilla hecha de hamaca y madera, mientras que sus productos los llevaban al poblado más cercano a lomo o a caballo, pues no podían entrar los vehículos.
Oídos sordos
Aseguró que en repetidas ocasiones han solicitado a las autoridades de los tres niveles de Gobierno que construyan una vía en buenas condiciones, pero hasta ahora nadie atiende sus reclamos, aun cuando lo han solicitado al Ayuntamiento de Carrillo Puerto.
Agregó que, cansados de esperar que alguna instancia realizara la obra, los mismos pobladores tuvieron que utilizar sus propios recursos y su tiempo para construir el camino.
Detalló que primero avanzaron cuatro kilómetros y lo suspendieron, por falta de presupuesto, “y fue hasta estos últimos meses que reanudamos los trabajos; ya construimos los dos kilómetros que faltaban”, refirió.
Cen Canul afirmó que tan sólo en este último tramo erogaron más 230 mil pesos; “invertimos el dinero obtenido con nuestro esfuerzo para comprar material pétreo y así pudimos construir el camino”, dijo.
Ahora, a ese poblado en el que radican alrededor de 40 habitantes, ya puede llegar una camioneta en la que trasladan lo que producen, con lo que obtienen recursos para el sustento familiar.
“Antes los compradores no llegaban a nuestro pueblo, ahora sí, y esto nos facilita todo. Pero esto no es gracias al Ayuntamiento o alguna otra autoridad, sino al esfuerzo de los propios habitantes y otras personas que se han compadecido de nosotros, porque de parte de la Comuna sólo hemos tenido el desprecio a la gente de esta zona”, reprochó.
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CG