La temporada alta ya se ve en la Zona Hotelera de Tulum con el regreso del terrible embotellamiento que inicia desde la calle que conecta con la avenida Tulum con Boca-Paila, zona que es un peligro para los miles de turistas que no tienen aceras por dónde caminar.
El chofer Carlos Ibáñez informó que desde esta última semana del presente mes de diciembre, ya hay turismo que está abarrotando toda el área de la Zona Hotelera en Tulum que comprenden un poco más de nueve kilómetros.
Pudo presenciarse que desde la entrada de un famoso supermercado que está en el kilómetro 15 y que entronca con la carretera federal 307 es donde empieza a originar el tráfico vial.
“En los días de la cúspide de la temporada alta, como chofer puedes permanecer hasta tres horas atrapado en el tráfico; Aguantar a los molestos clientes y turistas que uno lleva, no te digo que es lo más complicado, porque muchos se llevan está mala imagen de Tulum y de su zona más popular”, dijo.
Una enorme e interminable hilera de automovilistas podía verse que salía desde Boca-Paila, una zona que por más, es peligrosa porque la curva carretera está sobre este peñasco. El trabajador hotelero mencionó que debido a la velocidad e imprudencia de muchos, algunos automovilistas se han accidentado y caído a la zona de piedras.
Lo angosto de la carretera de esta zona costera, una vez más se vuelve evidente que es necesario, que el Ayuntamiento de Tulum debe de resolver lo más rápido posible, porque los peatones, ciclistas, scooters y motociclistas son los más propensos a ser arrollados.
Carlos Ibáñez recordó que apenas hace dos años, antes de la pandemia en las cercanías del hotel Ranitas, la trágica muerte de una niña inglesa de tres años enlodó la popularidad de Tulum.
“Como vemos hay baches, las carretera ya está defectuosa, no existen las aceras y menos los acotamientos, señaleticas o reductores de velocidad, porque aquí como chofer tienes que manejar a paso de tortuga que el embotellamiento y el incremento del tráfico vehicular no te permite manejar rápido”, dijo.
A lo largo de la Zona Hotelera, incluso se vio a los turistas caminar con mucho cuidado a los costados de los vehículos y en algunas regiones, los hoteleros colocaron una cuerda que indica tanto a los peatones como a los choferes a no invadir este pequeñísimo espacio, que en algunas partes no llega ni siquiera al metro de ancho.
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NR