La embarcación “Bucéfalos”, que el pasado 8 de febrero se hundió con 12 pasajeros y cuyo capitán murió, no tenía ninguna documentación ante la Capitanía de Puerto de Cozumel desde el año 2015 y solo tenía capacidad para cinco excursionistas.
Lo anterior, de acuerdo con la información proporcionada al interior de esa dependencia federal, donde se afirmó que un perito náutico continúa evaluando los hechos para el dictamen y fincar responsabilidades.
Personal de la Capitanía de Puerto señaló que era una embarcación que operaba de manera furtiva en Playa del Carmen y Cozumel, y que únicamente contaba con equipo salvavidas. También informó que en el municipio de Solidaridad había sido interceptada por las autoridades marítimas, pero aun así continuaba operando.
Reconocieron no tener suficiente personal ni barcas para la verificación en alta mar o en los muelles, por lo que se apoyan con la Secretaría de Marina (Semar) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para tales fines.
Recordaron que la pandemia por COVID-19 aún mantiene sin trabajo a un porcentaje de la población, encontrando en el mar la posibilidad de llevar el sustento a sus familias, infringiendo reglamentos, ya que han incrementado los pescadores furtivos y los operadores de servicios acuáticos que no están reglamentados, complicando la actuación del personal de esa instancia, quienes por disposición y los contagios masivos que se generaron semanas atrás, solamente labora la mitad.
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CG