Aunque en México hay poca cultura de la prevención, los peninsulares piensan en su futuro y lo demuestran con el incremento de 25 por ciento en la adquisición de seguros de vida en los últimos seis años.
Cifras de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) muestran que, mientras en el 2015 había 953 mil 615 personas con una póliza de seguro de vida en la Península de Yucatán, para el año 2021 aumentó a un millón 191 mil 315 habitantes de la región con uno de estos compromisos.
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El año pasado, la entidad con mayor número de personas que contaban con un seguro fue la Ciudad de México, con 32 millones 767 mil 474 individuos con este tipo de protección; seguida por Sinaloa, con 6 millones 927 mil 386 pólizas, y Nuevo León, con 6 millones 909 mil 333 habitantes que tienen un seguro de vida.
En contraste, en Baja California Sur solamente había 216 mil 706 pólizas de vida vigentes al cierre del año pasado; en Tlaxcala se contabilizaron 263 mil 9 seguros y en Zacatecas hubo 304 mil 758 pólizas de este tipo, considerando que Campeche es la segunda entidad donde menos seguros de vida estuvieron activos en el 2021.
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En los seis años más recientes, la adquisición de pólizas de seguro creció 25 por ciento en la región: Yucatán pasó de 431 mil 823 a 542 mil 892; Q.Roo, de 299 mil 811 a 419 mil 366; y Campeche, de 221 mil 981 a 229 mil 57.
Documento importante
De acuerdo con Jorge Feregrino, académico de la FES Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en México existe una cultura pobre en cuanto a la adquisición de seguros. Sin embargo, señala que es muy importante contar con un seguro de vida y de gastos médicos mayores para hacer frente a los costos de atención por el COVID-19 o de alguna enfermedad crónica.
Feregrino indica que el seguro de vida representa una cobertura por fallecimiento, “es decir, al faltar la persona asegurada, que puede ser quien más aporta económicamente en el hogar, no deja desprotegida a la familia porque recibirá un monto que le servirá para sobrevivir y dará tiempo para definir cómo ajustar su economía”.
El académico agregó que en algunas ocasiones este tipo de seguros llegan a cubrir los costos funerarios.
Por otra parte, Xóchitl Padilla, presidente estatal de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac), subraya que la mayoría de los seguros de vida son adquiridos por hombres, pues solo 23 por ciento del total de personas con este tipo de protección son mujeres.
“Son pocas las mujeres aseguradas, a pesar de que su papel en el hogar cada vez es más importante, pues 25% de los hogares del país son encabezados por una persona del sexo femenino, no es posible que tan pocas mujeres estén aseguradas”, comentó.
En tanto, una encuesta realizada por la consultora EY encontró que, tras la pandemia, las personas se sienten más vulnerables y esto las lleva a adquirir seguros.
Respecto a los seguros de vida y de jubilación, el análisis advirtió que las principales preocupaciones se relacionan directamente con las repercusiones sanitarias y financieras de la pandemia, como son el miedo a perder a un ser querido seguida del bienestar financiero.
Para Eduardo Esteva, socio líder de Servicios Actuariales de Auditoría en la consultora Deloitte México, las aseguradoras de vida han tenido que ajustar sus productos a las nuevas necesidades y posibilidades de las personas, incluso generando nuevos productos que sean más atractivos para los clientes.
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CG