Alrededor de un centenar de pozos con contenido de agua apto para consumo humano se encuentran abandonados y no se han regularizado por la Conagua, pues durante las contingencias abastecen a la población, como en el pasado mes de marzo, cuando se rompió la línea submarina, reconocieron sus propietarios.
“Queremos conservar nuestro pozo por la necesidad que tuvimos en marzo pasado”, dijo un miembro de la familia Delgado, en referencia a que muchos vecinos sacaron agua para su consumo y limpieza corporal, después que se dañara la línea y durante casi una semana no hubo agua entubada.
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Durante el paso del Huracán “Gilberto” en 1988 se usó en el primer cuadro del Centro Histórico alrededor de cinco o seis pozos familiares, aparte de medio centenar que había en las colonias Salina, Electricista, Salina Grande, Meteorológico, Lol-bé, Miraflores, Cañotal, Sac-bajo y Punta Sur.
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Con el paso de“Wilma” en el año 2005 se dispusieron más pozos; en la colonia La Gloria había entonces de 15, en La Guadalupana más de 30. Desde el 2019 se abrió al menos dos pozos en la nueva colonia irregular La Curva.
A lo largo de la isla hay alrededor de 100 pozos que se usan sólo en emergencias, en el caso de la Parte Sur le dan mayor uso porque el agua llega con presión durante las mañanas, pero hay días que no llega ni a cuentagotas, según miembros de las familias Fernández, Gaitán y Ríos.
La autoridad municipal no está interesada en apoyar que estos pozos se certifiquen para su uso en tiempos de dificultad, el argumento es que no le corresponde realizar las gestiones en la Comisión Nacional del Agua (Conagua), sino que cada propietario está en libertad de realidad su propio trámite.
Conservarán pozos
Sin embargo, los propietarios de pozos tampoco están interesados en realizar ningún trámite sino simplemente seguirán conservando su infraestructura para usar su contenido en tiempos de huracanes y cuando haya cortes de fluido, como se han dado varias veces.
La última vez de la contingencia, en marzo pasado, muchos hoteles usaron agua de mar para sus habitaciones luego de agotarse la de las piscinas, observándose a muchas familias con cubetas para usar el líquido en los retretes.
Quienes tenían pozos abrieron las puertas para que sus vecinos sacaran agua para consumirla hervida y para el uso doméstico. Una familia de la colonia Lol-be confirmó que el agua de su pozo es de buena calidad y nadie se ha enfermado por consumirla, “está fresca”, presumió un ciudadano.
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AT