Quintana Roo

Quintana Roo, segundo estado de la Península con más casos de Alzheimer y Parkinson

El número de casos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, continúa aumentando en Quintana Roo.
Con la edad sube el riesgo de padecer estos males / Mario Hernández

Las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, siguen en aumento en Quintana Roo. Hasta la fecha, este año se han registrado 13 casos de Alzheimer y 68 casos de Parkinson, según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave).

Ambos padecimientos suman un total de 81 casos, que en comparación con los 63 casos reportados el año anterior, representa un incremento del 28.57 por ciento.

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A nivel de la Península, el Caribe Mexicano se ubica en el segundo lugar, superado por Yucatán, que reportó 138 casos, mientras que Campeche registra 73 casos.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el riesgo de padecer una enfermedades neurodegenerativas aumenta significativamente con la edad. La predisposición genética de una persona y ciertos factores ambientales que son determinantes en su perfil de riesgo.

Entre los factores documentados se incluyen el alcoholismo, tumores, ictus (infarto cerebral), y otros ambientales, como la exposición a toxinas como herbicidas o pesticidas y otros productos químicos y virus. Estas enfermedades afectan diversas funciones del organismo, como el equilibrio, el movimiento, el habla, la respiración e incluso el funcionamiento del corazón.

Joaquín Rubeola, médico especialista en Parkinson, explicó que los síntomas se desarrollan gradualmente y pueden incluir pérdida de la memoria, falta de coordinación, apatía, ansiedad, cambios en el estado de ánimo y pérdida de inhibiciones. Estos síntomas tienden a empeorar a medida que avanza la enfermedad, y pueden aparecer nuevos con el tiempo.

Es importante recordar que la mayoría de las enfermedades neurodegenerativas hasta el momento no tienen cura. Sin embargo, existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas, aliviar el dolor, aumentar la movilidad y mejorar el bienestar de las personas afectadas. Rubeola añadió que la ciencia avanza constantemente en la investigación de estas enfermedades, y se continúa trabajando para mejorar la calidad de vida de quienes las padecen a través de tratamientos específicos.

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HS