Encargados de cocinas económicas y restaurantes de Solidaridad se las han visto “negras”, por el alza en los precios de la canasta básica, especialmente de carnes como el pollo, indispensable para la comida mexicana; sin embargo ellos no pueden darse el lujo de incrementar los costos de golpe, porque perderían a sus clientes.
Señalaron también que el precio del producto es muy dispar en varios sitios de la urbe, ya que en algunos sitios lo despachan a 80 pesos y en otros a 70.
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Restauranteros de Playa del Carmen, 'ahorcados' por el alza de precios en la canasta básica
Nicolasa Reyes, trabajadora de una cocina económica, señaló que hay un incremento tremendo de los precios de los insumos, por lo que tratan de aprovechar las ofertas que “pescan” en los supermercados, pero carnes como el pollo y la res están “por los cielos”
“Podemos conseguirlo un día en 40 o 47 pesos la pierna y el muslo, con nuestros proveedores, pero la pechuga tiene otro precio, cuesta arriba de los 100 pesos por kilogramo”, dijo.
Detalló que, por su parte, tuvieron que sacar de su menú platillos como la pechuga a la cordon blue, pues para que puedan ganarle tuvieron que incrementar el precio y los clientes ya no la quieren pagar.
Tanto ella como otros trabajadores de la cocina coincidieron en que les es imposible pagar el precio del pollo en la ciudad, pues por ejemplo en la colonia Luis Donaldo Colosio se vende a 69 pesos el kilo.
Asimismo, también se elevó el costo de las verduras básicas como la papa, tomate y cebolla. En un comparativo de lo que antes gastaba, la entrevistada dijo que han tenido que ingeniárselas en la elaboración de los platillos, para conseguir el mismo sabor y calidad, a menor precio.
“En meses pasados destinaba mil pesos y podía traer una mayor cantidad de insumos, pero ahora el costo se triplicó. Hemos tenido un ligero incremento en los precios de la comida, porque solo agregamos cinco pesos a la comida, cuando es para llevar, porque también el recipiente desechable está carísimo”, mencionó.
Reyes informó que los negocios en que trabaja hay días que sienten el “bajón” de la falta de comensales, pero para su fortuna, no han tocado el suelo.
Finalmente, indicó que en la parte que más “cojea” es en adquirir verduras y legumbres, porque tiene que moverse todo el tiempo para “tantear” en supermercados y tianguis los insumos a mejor precio y más frescos.
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HS