La que antes fuera un icónico punto de reunión para la fiesta y las celebraciones en pleno corazón de Cancún, la avenida Yaxchilán sigue desahuciada desde hace años, pese a los ínfimos intentos por revivirla, y se ve cada vez más cerca su defunción, como lo demuestran sus contados locales abiertos y el resto lucen grafiteados, abandonados y en pésimas condiciones.
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Si bien durante muchos años esta zona fue considerada como un importante punto turístico, pues albergaba restaurantes, bares, discotecas y hasta mariachis, desde hace más de una década que la Yaxchilán fue perdiendo dramáticamente su esplendor, primero por la delincuencia organizada y sus famosos cobros por el “derecho de piso”, otro poco por el desinterés de renovarse o invertir de los propios empresarios, pero también por la apatía de las autoridades municipales que poco a poco dejaron morir esta importante zona del municipio de Benito Juárez.
Incluso muchas de las personas que ahí laboran coinciden en que la inseguridad es muy elevada y más por las noches, lo que evidentemente provoca que los empleados de la Zona Hotelera que antes recalaban en la Yaxchilán para seguir la fiesta quedó en el pasado y ya ni hablar de los turistas, quienes seguramente ya les advierten que no es una zona apta para visitar.
Hace prácticamente una década, la Asociación de Empresarios de la Avenida Yaxchilán informó sobre el proyecto de remodelación con una inversión millonaria que contemplaría cableado subterráneo, reparación y pintura de las aceras, creación de andadores especiales, remodelación del camellón entre otras cosas, algo que no fue suficiente, pues los negocios poco a poco fueron cerrando sus puertas por el alarmante crecimiento delincuencial.
Recientemente, autoridades del Comité de Hoteles del Centro de la Asociación de Hoteles de Cancún anunciaron acciones en busca de recuperar al turismo hacia la zona centro de Cancún, pero parece muy difícil sacar de la ‘terapia intensiva’ en la que quedó postrada la Yaxchilán, con un abandono casi total, y así coincidieron, algunos de los encargados de los pocos negocios que aún están abiertos, pero que reciben a muy poca gente.
De esta forma, la otrora emblemática Yaxchilán, poco a poco da sus últimos respiros ante la indolencia de las autoridades competentes para planificar un rescate real de esta importante zona que enalteció a Cancún y a su gente durante muchos de sus años dorados.
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HS