Aunque las precipitaciones pluviales generaron que los bañistas que suelen arribar a la Playa 72 desistieran de hacerlo, al arenal sólo llegaron solidarenses que ingresan con sus perros, sin importarles que sus heces puedan ser perjudiciales para el resto de personas.
Este miércoles, una de las playas más concurridas, que es la 72, lució con muy poca gente que permaneció descansando en el primer festejo del Día de Muertos.
Con una costa relativamente renovada, debido a que ahora los solidarenses que llegan pueden tomarse la foto en el marco de madera instalado en la entrada de acceso al arenal, se pudo constatar que el intento del actual Gobierno municipal de prohibir el ingreso a los bañistas con sus perros, será demasiado complicado.
La solidarense Sol Aguilar informó que falta mucha concientización de parte de los playenses en ser limpios, dado a que permiten que sus canes defequen en el arenal y ni siquiera traen bolsas para recoger las heces fecales.
“Vi como la gente lee el cartel que informa a la población lo que pasa cuando las heces fecales permanecen en la arena y tienen contacto con la piel humana, y el hongo que esto genera, que es contagioso para los humanos, pero no entienden”, dijo.
La solidarense destacó que no se está en contra de los animales, pero sí de las especies en general, ya que en la playa 72 quedan pequeñitos resquicios de poder ayudar a que una parte de lo que fue el coral logre cuidarse.
“Sin tener que avanzar 100 metros mar adentro, se puede ver la fauna marina, los cardúmenes de peces que se acercaban a lo que creo yo, fue una parte coralina, pero con esto, se tienen que imaginar que al final esta orina de los perros y excremento terminará en las aguas marinas y no sé por qué aquellos que se dicen protector de las especies, no dan cierta prioridad al entorno”, dijo.
En esta Playa 72, que se pretende certificar como “Blue Flag”, existen botes de basura, en las que ya una señalética con el nombre de esta empresa y aunque hay empleados de la Zona Federal Marítima Terrestre (Zofemat) limpiando la playa, ya cansados, ningún trabajador municipal exhorta a los bañistas a no ingresar con sus perros al arenal.
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HS