Una menor de tres años de edad ingirió varias dosis del medicamento clonazepam, por lo que personal del Hospital General solicitó la intervención de la Policía Municipal, ya que la madre de la niña interfería su atención médica.
Por la mañana de ayer, la Policía Municipal fue avisada del hecho y solicitada su presencia porque una persona alteraba el orden público en los pasillos de la Emergencia.
Al llegar los elementos policiacos al lugar, una trabajadora social les señaló a la mujer que alteraba el orden en el interior del hospital.
Cuando se acercaron a la joven, les comentó tenía 21 años de edad y afirmó que no estaba alterando el orden, sino que entró en desesperación porque su hija no había sido atendida.
Mencionó que llevaba varios minutos exigiendo revisaran a la niña, porque momentos antes había ingerido unas pastillas y no dejaba de llorar, lo que la posicionó en un estado de estrés y descontrol.
Los elementos trataron de tranquilizarla, pues corría el riesgo de ser trasladada a los separos de la Corporación policiaca.
Luego de varios minutos, la mujer permitió que los médicos trabajaran, mientras la trabajadora social informaba a otras dependencias de este caso, pues aparentemente se debió a un descuido al dejar sobre un mueble el frasco de pastillas que la niña ingirió.
Señaló que se dio cuenta cuando se acordó que había dejado el frasco abierto para ir por un vaso con agua y se entretuvo más de la cuenta.
Al retornar a la sala se percató que la niña había ingerido dos pastillas, por lo que acudió al hospital para su atención médica.
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HS