Ejidatarios y dueños de predios colindantes con la Parcela 196, donde se ubica el relleno sanitario de Benito Juárez, demostraron con análisis clínicos la contaminación del agua en el manto freático, por el desborde de lixiviados y mal manejo del vertedero de basura.
Los análisis realizados por dos laboratorios locales diferentes, y en fechas distintas, muestran presencia de coliformes fecales en el agua, así como bacterias Escherichia coli y enterococos; además de sustancias como plomo, cadmio, cobre, zinc, cromo y níquel.
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Margarito Poot Pacheco, encargado del banco de materiales ubicado al lado del relleno sanitario, explica que en este predio, de unas 34 hectáreas, tienen pozos de donde extraen agua para las vacas, cerdos y gallinas que crían.
“Los animales se empezaron a enfermar; algunos se murieron y fue cuando nos preocupamos por la situación”, comentó compungido. Para demostrarlo, abrió una llave del depósito, de donde brotó agua turbia, con olor fétido y penetrante.
Los dueños y ejidatarios manifestaron sus quejas ante la autoridad. Creen que por ello el Procurador de Protección al Ambiente en Quintana Roo, Alonso Fernández Lemmen Meyer, realizo el pasado julio una visita de inspección, en la que se detectó el mal manejo de residuos por parte de la empresa Promotora Inmobiliaria Majahual, S.A. de C.V., que recibe mil 300 toneladas de basura al día.
“Observamos que los drenajes de lixiviados se encuentran obstruidos por residuos, por lo que se constataron notables desbordamientos en los cuatro vasos de la laguna. También pudimos verificar que la celda emergente es inoperante y continuamos con la supervisión para determinar lo conducente”, comentó en su momento el funcionario.
A decir de Poot Pacheco, la empresa vierte los líquidos de lixiviados a un cenote que está dentro de la Parcela 196, lo que contaminó al manto freático.
“El punto es que sabemos que todo está interconectado y por acá está la zona de captación de agua potable que se distribuye a los ciudadanos de Cancún y de Isla Mujeres. Entonces imagínese el daño a la salud de la gente”, comentó el ciudadano.
Los análisis de laboratorio se efectuaron en mayo y julio de este año, con los resultados de contaminación por bacterias peligrosas para la salud y metales pesados.
Ante ello, los vecinos optaron por evitar darles agua del pozo a los animales de crianza, por el riesgo que conlleva. “Y de tomarla nosotros, olvídese, no estaríamos aquí platicando con ustedes”, dice.
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HS