No hay ningún procedimiento del daño ambiental que habría provocado presuntamente la constructora del Hotel Mirada con la destrucción de un centenar de palmas de chit, según salió a relucir entre el personal de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente; se carece de sellos en el vivero y área de construcción.
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“Parece que gozan de privilegios estas empresas, no las tocan ni con el pétalo de una rosa”, se quejó un vecino, quien espera que las autoridades municipales y federales actúen, pese a que en verano pasado se denunciaron varias irregularidades.
Se pudo ver casi un centenar de palma de chit apiladas afuera del citado centro de hospedaje, mismas que hasta el verano pasado estaban sembradas, de las que el 90 por ciento murió por falta de agua, pero ahora todo ese sitio fue ocupado para área de descanso de los trabajadores.
No hay ninguna postura de la Dirección de Ecología desde que se denunció por un grupo de vecinos que descubrió el trasplante de esta planta protegida y una cantidad mayor de palmas de coco que también se mal sembró, a una distancia de sólo metro y medio, cada una.
El Hotel Mirada comenzó a edificarse a principios del 2023, pero actualmente la obra está paralizada temporalmente, esta está en la carretera a Garrafón, colindante a lo que fue la casa del ambientalista Ramón Bravo. El vivero está 300 metros al Norte de un refugio anticiclónico.
La Dirección de Desarrollo Urbano autorizó la obra que debe concluirse en 2025 sin que se conozca el número de habitaciones con las que contará; sin embargo, se estima que serán más de 100. La edificación causó oposición de los vecinos por la afectación de más de 200 palmas de chit y coco, las cuales fueron trasplantadas en el citado vivero, pero sólo sobrevivió el 10 por ciento en promedio de ambas especies.
Sin embargo, la palma de chit que había sobrevivido se volvió a arrancar y una parte aparece apilada cerca de la entrada del inmueble, lo que se pudo constatar durante una visita en el lugar.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no ha fijado su postura en torno al tema lo que ha generado la consternación de las familias Fernández, Gaitán y Barandica, entre otras.
De acuerdo con datos de la Profepa, la última intervención fue el 20 de enero de 2018 en la Zona Continental, en donde detuvo un vehículo con tres toneladas de tallos de palma chit (Thrinax radiata) contabilizándose 188 piezas y se justificó el proceso en la localidad de Francisco May porque se violentó la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2010) bajo la categoría de especie Amenazada (A).
Durante la diligencia, se verificó un vehículo modelo 1962 de tres toneladas con caja de 2.80 metros de largo por 1.20 de alto y 2.20 de ancho que portaba placas de circulación del Estado de Yucatán, constatándose que en el interior del vehículo revisado se encontraba el cargamento de la especie protegida.
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AT