El negocio que tiene una productividad del 60 por ciento está constantemente al filo de quebrar porque el costo de los servicios como la energía eléctrica, el agua potable, que cobra Aguakan, aunado a los impuestos es muy alto, informó el líder de los comerciantes del Centro de Playa del Carmen, Álvaro Solís Haje.
El empresario playense explicó que tan solo en un local de venta de variedades, entre ropa, zapatos y mochilas, no mayor a los 50 metros cuadrados, ubicado sobre la avenida Juárez, al utilizar los ventiladores, las lámparas de techo y un aire acondicionado, tiene que desembolsar ocho mil pesos al mes a la Comisión Federal de Electricidad (CFE),
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Álvaro Solís explicó, “si a esto le sumas el pago de la renta, el pago de Aguakan, impuestos y si hay una presión del mercado, de no poder incrementar en ese mismo porcentaje, como al precio de la venta, o sea hay una inflación, pero no puedes trasladar todos esos costos al precio de venta, lo que está ocurriendo es que estamos absorbiendo parte de estos gastos en nuestra utilidad y el costo de la reinversión es cada vez menor”.
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El empresario subrayó que como toda vivienda, ningún negocio puede funcionar sin los servicios de luz y agua potable, que es lo que paga un pequeño establecimiento que además, tiene que ganar para liquidar los impuestos estatales, federales, municipales.
Álvaro Solís remarcó que se ha hasta triplicado el precio del agua potable para los locatarios del Centro de Playa del Carmen, con el ingreso de Aguakan, ya que algunos, que anteriormente pagaban 300 pesos, ahora desembolsan mil 200 pesos.
Los servicios públicos y privados se han incrementado de manera acelerada de “si hay un negocio que está abajo del 60 por ciento de la actividad productiva está perdiendo, porque la utilidad es el 40 por ciento, entonces por cada 100 mil, no tienes que rebasar un 40 por ciento en costos de operación, porque el 60 por ciento se va a costos de proveedores”, mencionó.
Con la pasada temporada vacacional de Semana Santa, hubo un récord en el número de los visitantes a la Riviera Maya, pero eso no fue directamente proporcional a la derrama económica para los comerciantes del primer cuadro de la ciudad, dijo.
Álvaro Solís comentó que la llegada del turismo nacional que arribó a Quintana Roo venía limitados en sus gastos, siendo la principal causa de esto, la inflación que ha habido a nivel nacional, por lo que los visitantes que viajaron tenían un gasto muy escaso porque se perdió el poder de compra.
Por otro lado, el dirigente de los comerciantes precisó que alcanzaron en las pasadas vacaciones una capacidad productiva de aproximadamente el 85 por ciento, pero termina la Semana Santa y al no haber propinas, ni comisiones, los compradores que son trabajadores de los hoteles y de todos los establecimientos que prestan el servicio turístico, no se acercan a los comercios.
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GC